PRECISAMENTE POR ESO
No era sagaz ni taimado, ni suspicaz ni autoritario, ni tenía cualquiera de esas condiciones que por unos pueden estimarse virtuosas y por otros no, pero que, en todo caso, parecen muy necesarias para ejercer la profesión de policía a que el buen don Heliodoro se venía dedicando e indispensables para alcanzar algún rango dentro de ella.
No era sagaz ni taimado, ni suspicaz ni autoritario, ni tenía cualquiera de esas condiciones que por unos pueden estimarse virtuosas y por otros no, pero que, en todo caso, parecen muy necesarias para ejercer la profesión de policía a que el buen don Heliodoro se venía dedicando e indispensables para alcanzar algún rango dentro de ella.
Se le consideraba, en cambio, toda una excelente persona -o un completo infeliz, que sobre este punto había opiniones- y, además, un buen amigo y un compañero leal sin ambiciones destempladas ni apetencias torticeras.