"Canales-La Magdalena" Un solo pueblo

Pero no era aquel golpe de agua, con cortejo de relámpagos y truenos, lo único reservado
Foto enviada por Coral



Pues la veo negra como el presente, y seguro y bien seguro como el futuro. Menudo día de perros-hacía ese día-
Oiga usted ¡cuando se las pira hacia las Argelias?
Eso también me pregunto yo, ¿vas a volver o ya terminaste las negociaciones? llámame anda que yo nunca se si te pillo desliada
¡Que poco dura la alegría en la casa del pobre! Ya me interrumpieron el "KIT, KAT" ¡Será posible!.... A ver, por donde andaba.... Ya, ya... andaba yo por echarle la bronca a Anamaría. ¡MOZUELA NO TE ME DUERMAS QUE COBRAS! Veras ahora te voy a poner una fotica tuya de las primeras que publicaste para que te pongas contenta.
Ahí va.

¿Como la ve su señoría? Jejejejjee
Pues la veo negra como el presente, y seguro y bien seguro como el futuro. Menudo día de perros-hacía ese día-
Oiga usted ¡cuando se las pira hacia las Argelias?
Buenas tardes:
Bonito reportaje Coral, tu tiempo te ha llevado, pero como bien dice Yoli, se necesita tiempo para mascarlo, y a estas horas te entra un ZZZZZZZzzzzzzzzzzzzz.........
¡Que poco dura la alegría en la casa del pobre! Ya me interrumpieron el "KIT, KAT" ¡Será posible!.... A ver, por donde andaba.... Ya, ya... andaba yo por echarle la bronca a Anamaría. ¡MOZUELA NO TE ME DUERMAS QUE COBRAS! Veras ahora te voy a poner una fotica tuya de las primeras que publicaste para que te pongas contenta.
Ahí va.

¿Como la ve su señoría? Jejejejjee
Pero no era aquel golpe de agua, con cortejo de relámpagos y truenos, lo único reservado por la entraña de la nube para vomitarlo sobre la campiña. Cuando, inciertos, vacilantes en aquel avance penoso contra los elementos airados, llegaron a dar vista a sus campos lo pobres labriegos, con el párroco al frente, una luz súbita cegó sus ojos y un estruendo simultáneo y horrible paralizó sus piernas. ¡Allá va!.... Prendió la chispa en los aires al roce brutal de los dos fluídos que se amagaban, y el ... (ver texto completo)
El semblante del cura había perdido su alegre expresión, y el ritual temblaba en sus manos, agitadas por el miedo que ahora sentía el joven sacerdote. Resultaba un espectáculo doblemente curioso ver al párroco mascullar, sin aquella su sorna escéptica, pero también sin fe en lo que hacía, palabras ininteligibles para aquellos rudos creyentes, mientras éstos dirigían anhelantes miradas de interrogación al libro primero y al cielo después, comno esperando ver subir las oraciones en triunfante ascensión ... (ver texto completo)
Pero no era aquel golpe de agua, con cortejo de relámpagos y truenos, lo único reservado por la entraña de la nube para vomitarlo sobre la campiña. Cuando, inciertos, vacilantes en aquel avance penoso contra los elementos airados, llegaron a dar vista a sus campos lo pobres labriegos, con el párroco al frente, una luz súbita cegó sus ojos y un estruendo simultáneo y horrible paralizó sus piernas. ¡Allá va!.... Prendió la chispa en los aires al roce brutal de los dos fluídos que se amagaban, y el látigo de fuego, tendiéndose sobre el dorso de la nube, hendió el espacio con un chasquido gigante. Las mujeres todas, los chiquillos, hasta los hombres, retrocedieron con espanto, lanzando a un tiempo suplicantes exclamaciones con temblorosa voz. Tras la caída del rayo, durante algunos breves momentos, arreció la lluvia, a la que siguió después un silencio más imponente aún. Aquel leve respiro de la implacable tempestad fué aprovechado para conjurarla; mas pronto el fulgor del rayo volvió a incendiar el ambiente, y el estampido de cada descarga vino a turbar el acto litúrgico, aumentando el terror de la gente campesina, que saludaba la aparición de uno y otro relámpago santiguándose con nerviosa rapidez. ... (ver texto completo)