"Canales-La Magdalena" Un solo pueblo

Consternado se fué a su casa el tío Varisto. No cabía duda; la desgracia era cierta, quizás
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Consternado se fué a su casa el tío Varisto. No cabía duda; la desgracia era cierta, quizás irremediable. Así lo entendían aquellos campesinos vilmente defraudados. Y ¿qué hacer? Trataron de reunirse todos para ir a visitar al autor de tal perfidia, pero D. Jerónimo les hizo saber de nuevo que sólo les recibiría separadamente y que, si se trataba de la cuestión del foro, excusaban la molestia, pues había dicho ya su última palabra y los tribunales resolverían lo procedente. Vista la actitud del cacique, ... (ver texto completo)
El tío Varisto era, con seguridad, de los colonos más míseros que había en el pueblo. Las menguadas fincas foreras que le pertenecían y cuatro terrones casi exahustos de toda fertilidad que había recibido de su mujer, por lote en la herencia de los padres, junto con la pobre choza en que vivían, eran su única fortuna en cuanto a bienes inmuebles, constituyendo los muebles el triste ajuar de un más triste labrador, acosado por deudas y contribuciones, y una flácida yunta que se tenía en pie, cuando ... (ver texto completo)
Consternado se fué a su casa el tío Varisto. No cabía duda; la desgracia era cierta, quizás irremediable. Así lo entendían aquellos campesinos vilmente defraudados. Y ¿qué hacer? Trataron de reunirse todos para ir a visitar al autor de tal perfidia, pero D. Jerónimo les hizo saber de nuevo que sólo les recibiría separadamente y que, si se trataba de la cuestión del foro, excusaban la molestia, pues había dicho ya su última palabra y los tribunales resolverían lo procedente. Vista la actitud del cacique, fueron a León para consultar con diferentes abogados sobre tan desdichado asunto. Uno de ellos se comprometió a defenderles invocando la buena fe de los lugareños sorprendida por el nuevo señor del foro; pero cuando se enteraron de los gastos, tan excesivos para sus fuerzas, que la defensa les iba a originar, unidos a la minuta consiguiente los derechos de arancel del procurador y el posible pago de costas, con más, la necesidad de la previa provisión de fondos, renunciaron bastantes foreros a plitear, ya que su pobreza no le permitía semejantes lujos y les condenaba a sucumbir sin lucha posible contra el pillo que tan cínicamente les estafara. ... (ver texto completo)