"Canales-La Magdalena" Un solo pueblo

IRIS, LA MENSAJERA DE LOS DIOSES
Foto enviada por yoli



¿Verdad Yoli que es bello soñar? Preciosa historia., para una tarde primaveral como esta, en la que también amenaza tormenta.
Ciertamente es bello soñaar; a mi me gusta soñar, y lo e dicho otras veces.. ser una manera de abrazar bellas tristezas, espantando aves carroñeras.

"! Regresemos!" -me digo a veces, y me invito a ser muchacho tímido y me sonrío un poco burlón. Regresamos "le digo a ella, me repito muchacho y caminamos mano man en mano, por campos de avena, cebada o trigos.
Si que me ... (ver texto completo)
Verdad querido Libertad y no sólo es bello si no necesario, a veces imaginar que las cosas son distintas a como son en la realidad te ayuda a continuar, así pues soñemos, que como dice un amigo soñar no cuesta
Un abrazo amigo soñador
IRIS, LA MENSAJERA DE LOS DIOSES
Original de Nieves Elena Morán

Cuando Iris sueña es como cuando el río suena, agua trae. En ese entonces, a los sueños de Iris todos le rehuían. Por las mañanas, no bien se levantaba, daba comienzo al relato de las imágenes nocturnas que elaboraba su mente trasnochada. Llevaba años, casi tantos como los que tenía de vida, practicando la misma rutina y en la casa ya nadie le prestaba atención.
Ella, rencorosa, era capaz de soñar el número ganador de la lotería ... (ver texto completo)
¿Verdad Yoli que es bello soñar? Preciosa historia., para una tarde primaveral como esta, en la que también amenaza tormenta.
Ciertamente es bello soñaar; a mi me gusta soñar, y lo e dicho otras veces.. ser una manera de abrazar bellas tristezas, espantando aves carroñeras.

"! Regresemos!" -me digo a veces, y me invito a ser muchacho tímido y me sonrío un poco burlón. Regresamos "le digo a ella, me repito muchacho y caminamos mano man en mano, por campos de avena, cebada o trigos.
Si que me ... (ver texto completo)
IRIS, LA MENSAJERA DE LOS DIOSES
Original de Nieves Elena Morán

Cuando Iris sueña es como cuando el río suena, agua trae. En ese entonces, a los sueños de Iris todos le rehuían. Por las mañanas, no bien se levantaba, daba comienzo al relato de las imágenes nocturnas que elaboraba su mente trasnochada. Llevaba años, casi tantos como los que tenía de vida, practicando la misma rutina y en la casa ya nadie le prestaba atención.
Ella, rencorosa, era capaz de soñar el número ganador de la lotería ... (ver texto completo)