Eso pienso Nieves. Nosotros en Gijón andábamos con una precaución y un miedo tremendo ante un oleaje que no tiene nada que ver con este. Pero claro, ya se sabe, el miedo es libre.... Y la temeridad más todavía.....
Ya se juegan el tipo los percebeiros por necesidad y demás pescadores, para que encima haya descerebraos que por una instantánea dejen padres, hijos, hermanos, abuelos. etc. hundidos en la más triste "TRISTEZA", por eso.. por descerebraos.