Una vez descubierta, Juana es felicitada por el rey, que admira su valor y la ofrece en recompensa ciertos privilegios para ella y los de su zona.
Toma esas concesiones
y vete para tu casa
que jamás servirá al rey
ninguno de la tu raza
poseeréis todos los montes
y no pagaréis portazgo
y allí tú disfrutarás
con títulos nobiliarios. ... (ver texto completo)
Toma esas concesiones
y vete para tu casa
que jamás servirá al rey
ninguno de la tu raza
poseeréis todos los montes
y no pagaréis portazgo
y allí tú disfrutarás
con títulos nobiliarios. ... (ver texto completo)
Poco le duró la alegría a la Dama, pues esta leyenda no acaba comiendo perdices; el rey, mal aconsejado por unos envidiosos, ordenó dar alcance a la valerosa Juana para despojarla de los papeles que contenían las concesiones reales. Ésta, acostumbrada ya a luchar por causas ajenas, no puso menos empeño en defender las propias, y alcanzada por los insidiosos soldados, opuso fiera resistencia, que no dio fruto ante la saña de sus seguidores.
La Cándana, pueblo triste
porque en tu recinto viste
morir ... (ver texto completo)
La Cándana, pueblo triste
porque en tu recinto viste
morir ... (ver texto completo)