Tras la Guerra Civil, en 1936, Octavio Carballo lo vendió a varias familias, hasta que en 1977, cuando el futuro inmediato del conjunto monumental era formar parte de una urbanización de lujo en Madrid, lo compró Fernando Geijo, que inició una remodelación total, sin ningún tipo de subvención, que le llevó a conseguir ser declarado, en 1980, monumento nacional, y a obtener el Premio Europa Nostra. En 1997, comenzaron las conversaciones con la Junta de Castilla y León. Finalmente, en 1999 se cerró ... (ver texto completo)