Y de nuevo vamos a seguir con la Historia de León, que aunque muy esquematizada, lleva su tiempo.

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" Alfonso II vio desde su forzado exilio como a la muerte de Mauregato, ocupaba el trono el diácono Vermudo, derrotado en varias ocasiones por las expediciones de castigo del califato cordobés.
Alfonso II, sería ungido nuevamente monarca de los astures el 14 de septiembre de 791, trasladando la capital a la ciudad de Oviedo, su lugar de nacimiento.
Para conmemorar este acontecimiento, D. Alfonso ordenó la cosntrucción de numerosos monumentos, baños y un palacio real.
Dada la creciente importancia del reino asturleonés, los árabes atacan y cercan en dos ocasiones la capital, obteniendo un cuantioso botín.
Los páramos del Órbigo, verian pasar las tropas de Abd al-Malik de camino a Oviedo, siendo acogida con gran júbilo la victoria de Alfonso el "Casto" en Lutos, al sudoeste de Grado, donde perecieron 70,000 musulmanes.
Amigo personal de Carlomagno, el legendario rey de los francos, AlfonsoII selló una alianza diplomática y militar con la monarquia carolingia.
Tras guerrear contra los serracenos cincuenta años, don Alfonso murió el 20 de marzo de 842. Nunca contrajo matrimonio, pues había jurado las órdenes sagradas durante su juventud.
El sucesor designado era su primo Ramiro, pero un conde de palacio llamado Nepociano aprovecharía su ausencia para coronarse nuevo monarca.
Ramiro y sus fieles se dirigieron rapidamente hacia Oviedo, encontrándose con el usurpador cerca del rio Narcea entre Cangas de Tineo y Cornellana.
Nepociano fue traicionado y abandonado a su suerte, siendo capturado en Navia. Acto seguido y según los crueles usos de la época, sería cegado y confinado en un monasterio.
Con D. Ramiro se inicia una etapa de florecimiento artístico cuyas mejores muestras son las ermitas de Santa Cristina de Lena, San Miguel de Lillo y Santa Maria del Naranco.
Este periodo de prosperidad y bonanza tambien trajo consigo la repoblación en el valle del Duero.

(continuará) FOTO (San Miguel de Lillo)