Ibujo realizado por Lucas Gil Quiroga (3 años)
Colegio de Riello
EL COCHE DE MADERA
Pepin se había levantado con grandes ideas. ¡Haría un auto con madera y unas latas!
Una caja de clavos, un martillo y la ayuda de su hermanita, bastaron. ¡Estaba terminado!
- ¡Creo que nuestro modelo es tan bueno como el de papá!-exclamó el niño-, ¡Vamos a probarlo!
Marujita haría de combustible de juguete.
-Empuja, Maruja!- gritaba Pepín entusiasmado.
- ¡Claro! ¡Y yo sin montar! -protestó la niña.
- ¡Tú no entiendes de mecánica!-exclamó Pepín.
Cuando la niña se cansó de empujar, Pepín exclamó:
-Nos deslizamos por la cuesta.
-Pero lo subiremos los dos -dijo Maruja, escarmentada de tanto empujar sola.
Sudando lograron subir el coche a lo más alto del montecillo.
-Ahora me das un empujoncito y el coche rodará colina abajo.
- ¡Bien! pero luego monto yo, ¿eh?
La niña dió un empujón al coche y este... comenzó a bajar la cuesta a gran velocidad....
- ¡Socorro! -gritó Pepín-. ¡Los frenos no responden y abajo está el arroyo! ¡Que ya me he bañado...!
Pero el chapuzón fue inevitable y las carcajadas de la niña también.
- ¿Ves? ¡Por egoísta!