EL BAILE DEL AHORCADO, "Canales-La Magdalena" Un solo pueblo

EL BAILE DEL AHORCADO

Ya lo estamos

cristina fanjul 19/07/2012

Una chica tan mona, tan rubia, tan aseada, tan de la ‘Finca’ y, ya ven, « ¡Qué se jodan!». Porque, sin ser mi intención hacer un juicio de intenciones, no creo que ese exabrupto fuera dedicado a los parados. No, a la señora Fabra le tienen sin cuidado los parados, no les ve, ni empatiza, no existen para ella. Es como para mí, qué sé yo, la partícula de Higgs, que ni la entiendo ni lo intento. Simplemente es un titular en el periódico, fundamental, pero un titular. Y hace tiempo que la negrita pasó a ser una fuente secundaria. No, el « ¡qué se jodan!» iba dirigido a todos los que votaron al PSOE, iba dirigido, por lo tanto, a la democracia. Por eso miraba de manera desafiante a la bancada socialista. Lo que la hija de ese señor tan agraciado con la primera empresa nacional —la lotería— quería decir es que cada uno es responsable de sus elecciones y que, a la manera del Dios del Antiguo Testamento, quien osa incumplir la voluntad divina tiene que asumir las plagas correspondientes. « ¡Qué se jodan!». Pues sí, hay millones de españoles que van a cumplir a rajatabla el anhelo de Andrea Fabra y miles de ellos — ¡qué cosas! votaron al PP. Lo único claro en toda esta historia es que lo importante no es lo que las palabras significan, sino quién manda. Eso es todo, y lo es desde que el mundo es mundo: ¿Quién tiene el poder? Por eso esta señora, que desea el mal de todos aquellos a los que (dice) representa sigue ocupando un escaño que le aporta numerosas regalías, amén de privilegios más concretos, como el aforamiento.

Estamos en un momento espantoso, en el que el poder juega a criminalizar a los trabajadores tratando de dividir para vencer en esta espiral de miseria que cada vez recuerda más a otro 17 de julio. Ahora, Herrera anuncia nuevas subidas de impuestos, impuestos que se irán por el desagüe de empresas públicas que no deberían existir, de asesores inútiles con sueldos de directores generales, de órganos que no tienen más función que la de crear la ficción de que esto es un pequeño Estado, cuando no es más que una malformación de provincias. El presidente ha hablado incluso de rescatar el impuesto de sucesiones, de robarnos la miseria que, gracias a todos ellos —PP y PSOE comparten infamia— tendremos que dejar a nuestros hijos. Un gobierno de derechas contra la clase media, el mundo al revés, el quintacolumnismo ideológico perfecto « ¡Qué se jodan!». No se preocupe, ya lo estamos.