Y ahora, que tengo otro momento, vuelvo sobretodo para desear la pronta mejoría de tod@s los que no se encuentren en su mejor momento. ¡Mucho ánimo para tod@s ell@s!
Y lo hago con esta
fotografía donde estamos: mi santo (como diría Yoli) aunque yo más bien le llamo "diablo", jejejjejejej mi primo Miguel Ángel y ésta menda lerenda, justito, justito en el centro. Como bien podéis observar ando un poco desmejoradilla, vamos que se me nota la carucha de cansada, pero poco a poco nos vamos recuperando, eso es lo que importa.
Esta
foto la sacamos después de la comida despedida que les hicimos a nuestros queridos patriarcas, publicada ayer.
Lo pasamos, que os voy a contar que no sepáis..., con armonía y sobretodo cariño... maravillosamente y con ganas de repetirla, que siempre sabe a poco...
Antes de
comer coincidimos con Miguel Ángel, Jose, y unos
amigos de ellos. Me alegró mucho, después del susto, ver a Jose completamente restablecido; le mando un beso y a su Jose otro.
Con Miguel estuvimos, entre los cafés y chupitos, largo rato charlando, vamos que hicimos un más que estupendo calechillo, con cambios de opinión, que no siempre tienen que ser las mismas, anécdotas, recuerdos, de todo un poquito; algunas veces con ese cambio de tono de voz al que nos lleva ese carácter apasionado....
Pero lo más importante, es que el resultado de ese “
calecho” que hemos popularizado tanto en el pueblin fue: el cariño y sobre todo el respeto que solo puede llevar a un buen entendimiento, aunque hubieren diferencias de criterio.
A Miguel Ángel, sobre todo, al
amigo, le mando un fuerte abrazo.
¡Hasta lueguin chic@s! ¡Buen provecho para tod@s y feliz sobremesa!