La Dirección General de Patrimonio, para explicar las deficiencias resta valor a su propio inventario: «La web de la
Junta de Castilla y León tiene un carácter informativo y no exhaustivo, y sus catálogos de BIC recogen, ante todo, aquellos bienes culturales que ostentan una declaración expresa y singular. Por lo que se refiere a colecciones de bienes con declaraciones genéricas, figuran además aquellos bienes cuya caracterización es conocida suficientemente por los servicios técnicos de la administración». De lo que parece deducirse que sólo están los más ‘sonados’, así como la falta de información con la que trabajan los servicios técnicos.
Gustavo López y Arias Díez no se limitan a enumerar los 35 castillos leoneses que Patrimonio ha condenado al ‘limbo’, sino que en el escrito remitido a la Junta incluyen una ficha con la historia, características y estado de conservación de cada uno de ellos. Pese a todo, en respuesta escrita a este
periódico, Patrimonio, tras agradecer la aportación de datos de los investigadores leoneses, aclara que no por ello «deben incorporarse a un catálogo oficial, que garantiza –salvo errores puntuales- la información sobre aquellos BIC que han sido objeto de un expediente y declaración singularizada». Finalmente, concluyen las mismas fuentes que analizarán la información y «se incorporará, en todo o en parte, y cuando proceda, a la página web».