Fechada en 1619, la Casa del Escribano de Riolago es una sólido ejemplo de casa tradicional babiana. Perteneció a la
familia Flórez, durante muchos años notarios de Babia, lo que confirma la importancia que en su momento llegó a tener este mayorazgo. Se trata de una gran casona de
planta rectangular, distribuida alrededor de un patio central. Destaca la pequeña capilla adosada al edificio principal. En ruinas hace años, está reconstruida según la tipología local.