Historias de la abuela Lupe.

Al tío Manolin yo la vedad le conocí muy poco, murió siendo yo muy chica pero siempre recuerdo que mi madre me contaba de él cosas muy divertidas, según ella era muy tremendo.
Recuerdo en especial una de esas anécdotas porque me hizo mucha gracia y os la voy a contar.

Por aquella época nuestros paisanos solían reunirse en las casa para rezar el rosario y cada noche alguien distinto dirigía el rezo, menos el tío Manolín que se negaba siempre. Pero ignorando sus razones todas las noches alguien insistía en el tema.
— ¡Venga Manuel! Que hoy te toca.
Así un día y otro hasta que en una ocasión (supongo que porque le tenían muy harto) accedió y comenzó el rosario.
Misterios gloriosos del Santísimo Rosario, primer misterio: Padre nuestro que estas en los cielos etc. etc.
Segundo misterio… Padre nuestro…
Así, todo iba transcurriendo con normalidad hasta que llegado el momento de las peticiones comenzó su particular venganza.
Un Credo por los fieles difuntos, que Dios les tenga en su gloria. Creo en Dios padre todo poderoso…
Una salve por nuestro obispo. Dios te salve reina y madre…
Un Ave Maria por los hambrientos. Santa María madre de Dios…
Un yo pecador por todos nosotros. Yo pecador me confieso a dios…
Un padre nuestro por las animas del purgatorio. Padre nuestro…
Otro Credo por los ausentes, que Dios guíe su camino. Creo en dios padre…
Así continuó un buen rato y cuando ya se había acordado de casi todas las necesidades del mundo y “todo el mundo” le miraba...... si no mal, con cierto desasosiego, va y dice: Y ahora 11.000 ave marías por las 11.000 vírgenes.

Aparte de tener que salir corriendo… nunca, jamás, nadie le pidió que dirigiera el rosario.

Yoli