Buenas tardes queridos forer@s!
Ay, ay, uy, uy!. Ángel que recuerdos me suscitas…..
Julio y yo hace, más menos, nueve años hicimos todo un periplo hasta llegar a los
Países Bajos. Os cuento:
Desde
León, en una tirada, llegamos a Reims, (capricho mío) quería dormir en una habitación aboardillada al lado de la catedral, previa cena en un restaurante romántico-bohemio-cultural, bajo la luz de las velas, (no hay que decir que conseguí, todo ello)
A la mañana siguiente nos dirigimos a Luxemburgo,.. (qué poderío, qué lujerío, que pijotura, por dios) para continuar nuestro periplo nos dirigimos hacia
Bélgica, y para llegar al archiconocido Atomium, que visitamos y exploramos, pasamos por el barrio árabe, sin duda, puesto que vimos a más moros que cristianos. Comimos en el centro de Bruselas al lado de las galerías comerciales y su catedral, en un restaurante de postín y allí nos vimos obligados a hacer un SIMPA (el simpa con más señorío conocido en la historia) para mí el primero y el último, pero me prestó lo que nos está escrito. Continuamos hacia
Alemania, en concreto a Colonia, porque uno nos es de piedra pero sí de piedras, tenía mucho interés en visitar la catedral. ¡GUAU, MAJESTUOSA!
Nos instalamos en un pueblecito de Alemania frontera con los Países Bajos. Y de allí hicimos nuestro recorrido por Amsterdam, Roterdam y Brujas. Historias y anécdotas, tuvimos, para escribir un
libro, entre los coffi shops y el barrio Rojo, pero eso lo dejaremos para otro momento. Sí os dejo mi conclusión:
Francia me enamoró; Luxemburgo me impresionó (money, money); Bélgica me cautivó; Colonia me emocionó; Amsterdam me liberó; y Brujas, nunca mejor dicho, me embrujó.
Eso es todo, eso es todo amig@s.
¡FELIZ TARDE!