Y como nosotros también somos de aquellos seres privilegiados... Nos gusta disfrutar de cada momento y, mientras podamos, ha ser posible, vivirlos con intensidad.
Como en esta excursión por tierras cántabras. El puerto de "San Glorio" es de los puertos que vale la pena explorar, aunque en algunos tramos de la empinada, escarpada y "curvilínea" carretera se te arrugue el ombligo.
En un día un tanto.. "cuasi".. tenebroso pero no por ello carente de encanto.