Se inció la construcción el templo en el año 1624, junto a los edificios que servirían para residencia de los Obispos de Astorga, que eran los administradores del santuario.
La iglesia se levantó en el siglo XVIII y destaca su cuerpo central por sus motivos decorativos. Tambiñen son dignos de mención los escudos de los obispos de Astorga y las figuras de las Virtudes.
En el atrio se levanta un hermoso cruceiro del devoto portugués Manoel Miranda y el fantástico Via Crucis compuesto de catroce capillas y 62 figuras talladas del siglo XVIII.
A comienzos del siglo XX se vino abajo la ladera de la montaña, destrozando gran parte del poblado y el puente medieval del río Bibei. En la iglesia solo sufrió daños una capilla, atribuyendo el milagro a la Virgen de haber salvado el templo