¡Buenas noches y
dulces sueño.! Y para terminar nada mejor que un
poema intimista de Felix Antonio Garcia,
LA VOZ Y LA PALABRA
Si yo tengo la voz, lo tengo todo:
tengo la arquitectura, tengo el grito,
tengo la libertad que necesito
para decir las cosas a mi modo.
Si me falta la voz, callo y me acodo
en la palabra escrita, pues lo escrito
permanece en el tiempo como un hito
de la palabra muerta.
Desde el lodo transciende a la vida los latidos
más profundos del ser cálidamente
en voces y en palabras; sostenidos
en esa arquitectura sorprendente
de signos, de silencios, de sonidos
que eternizan la llama del presente.