Es triste, el fatal entendimiento,
sin saber cual razón ello tenía,
si llega a comprender eso, algún día,
tal vez, pudiera ser, consiga relajar el pensamiento.
Mil vueltas que le das, a esa cabeza,
de imágenes que pasan, como relámpagos,
mil trazos de besos, y de abrazos,
que llegan a romperse, en mil pedazos.
A veces se le empaña la mirada,
empapada de agua cristalina,
se escapa, resbalando en la mejilla,
no encuentra explicación, a lo que pasa.
El mal que se causa por desdeño
no venga a sustentar el egoísmo,
pues sabe que por ley, por buen sentido,
será, lo que Dios quiera, por derecho.
Es, por esas voces que le dicen….,
que todo es prescindible en esta vida,
amarga como hiel, y como espina
le hiere el corazón, dejando en desazón sus sentimientos.