Este articulo del Diario de
León me ha llamado la atención, es curioso como en muchos sitios aún se conservan las tradiciones, aunque yo piense que al inventor de las lavadoras se les debía de hacer un monumento
GENTE DE AQUÍ |
TRABAJOS A DOS MANOS
La tradición gana a la lavadora
Vega de Infanzones mantiene viva la costumbre de hacer la colada en los lavaderos, lo que obligó al
Ayuntamiento a repararlos con 24.000 euros
16/06/2011 pilar infiesta | vega
Dos vecinas de Vega de Infanzones usan el lavadero público, donde restriegan una alfombra y un mono
norberto
Aunque desde 1901 funcionan las lavadoras
eléctricas que ahorran el
trabajo de llenar y vaciar baldes, calentar agua, agitar y restregar la ropa, en Vega de Infanzones 'sigue de moda' el lavado a mano. Una costumbre arraigada, sobre todo, en la cabecera del municipio, donde cada día varias vecinas se acercan hasta los antiguos pilones para lograr una limpieza inmaculada de sus prendas. Tanto es el fervor por los lavaderos, que el Ayuntamiento decidió invertir la friolera de 24.184 euros en la reparación y puesta en valor de los dos construidos en Vega, y que están enmarcados en dos singulares plazas del pueblo conocidas como Trobajuelo y La Josa.
El arreglo y la abundancia de agua corriente en esos caños ha permitido prolongar una tradición que se inició el siglo pasado aprovechando los regueros y fuentes naturales y que continúa gozando de un nutrido grupo de adeptos. Las vecinas saben que, con un chorro de azulete (o fairy) y una buena friega, los monos de trabajo, la ropa blanca y las piezas de mayor envergadura, como las alfombras, quedan como nuevas tras pasar por el lavadero y por sus manos.
El colofón a su labor es secar «sobre el verde y a pleno sol», dicen, la colada, regándola «a puñados de poco en poco». Desde que el Ayuntamiento de Vega de Infanzones decidió apostar por el patrimonio local y reparó los dos lavaderos públicos, la afluencia ha sido constante.
Las obras constituyeron la primera intervención en quince años para modernizar y reformar ambos pilones, con un desembolso cercano a los 12.000 euros para cada uno, según confirmó el alcalde, Máximo Campano. Anteriormente, siendo él pedáneo, habían mandado cubrir el interior de los cubículos con fibra de vidrio que aún perdura y que sirvió para protegerlos e higienizarlos. Sin llegar a las cifras del
Madrid de comienzos del siglo XX, donde 'trabajaban' más de cuatro mil lavanderas antes de la canalización del río Manzanares en el año 1926, en Vega el uso de los lavaderos atrae a una treintena de
mujeres cada semana.
Diario de León