SIGUE EL RÍO LUNA...

EL EMBALSE

El pantano con sus 308 Hm3 de capacidad es la más importante consecuencia hidráulica de la cuenca, y no podemos surcar sus aguas desde la extrema retaguardia de la cola a la presa. -16 kilómetros-, sin haberle dedicado unas palabras de recyerdo amoroso al Máutico de León, este Club navegante ya con unos años de vida que promovieron hombres de pro y que hombre de pro lo amntienen y de cuyas dos primeras experiencias náuticas fuimos testigos. Una antes de ser Club. Aquella donde el teje maneje salió de risa hasta el disparo de arranque de la carrera, que con un fusil hizo un bizarro jefe del Ejército; el arma dio gatillazo y allí no sonó nada, hasta la realidad relativamente lograda de unas pruebas de motonáutica con pilotos afamados y asistencia masiva de un público que rodeaba la zona navegable y en competición. El Náutico todavía vive, su existencia no es como el Náutico de Montecarlo, pero! bah! en Mirantes está tan ricamente.

SIGUE EL RÍO LUNA

Por la presa escapa el río cómo y cuando le dejan y se desliza entre cotos trucheros, alguno bueno de cangrejo y tramos de pesca libre y va recorriendo itinerario urbano, al pasar por Mora de Luna con su central hidroeléctrica, Garaño, La Magdalena, Villarroquel, y casi aquí mismo, un poco del sureste del pueblo, es donde se producen las nupcias con el Omaña.

Foto: río Luna a su paso por Canales-La Magdalena.