Y aunque a veces no se tenga muchas ganas de seguir...

Y aunque a veces no se tenga muchas ganas de seguir haciendo lo del dia a dia, vamos a seguir con nuestra Historia leonesa:

Estábamos con Ordoño, rey leonés.

Tras varias incursiones por tierras de Mérida y Evora, Ordoño logra un agran Vistoria en San ESteban de Gormaz dejando el campo lleno de cadáveres enemigos.
Pero no todos fueron éxitos en su carrera militar, pues en Valdejunquera fue derrotado contundentemente por el caudillo agareno Abderramán.
Un desastre que provocaría grandes fricciones con los condes castellanos, ausentes en el momento critico de la batalla.
OrdoñoII donó a la iglesia sus palacios reales, para que contruyeran una catedral románica que correspondiese a la grandeza y dignidad de la corte.
Los altares se adornaron con ornamentos de oro y plata, dotándose a la sede catedralicia de muchas heredades, villas e iglesias.
El 15 de marzo de 924, fallece en Zamora Ordoño II, quizá el más recordado de los monarcas leoneses.
Poco más de un año se prolongó la estancia en el trono de su hermano Fruela, un monarca poco apreciado por sus súbditos y muerto de lepra en el año 925.
A su desaparición se originó un grave enfrentamiento entre los hijos de los dos últimos monarcas, haciéndose en principio con el trono Alfonso Froilaz, primogénito de Fruela.
Otros cronistas aseguran que Sancho Ordoñez, hijo de Ordoño II, fue durante un par de años rey de León, aseveración nunca probada y rechazada por Menéndez Pidal en su Historia de ESpaña
LO que está fuera de toda duda es que Alfonso IV, tambien hijo de Ordoño II y primo del defenestrado Alfonso Froilaz, fue coronado el 12 de febrero de 926.
Afligido por el fallecimiento de su esposa, Alfonso renuncia al trono a favor de su hermano Ramiro II e ingresó en el Monasterio de Sahagún.
Pero aburrido de la vida religiosa se sublevó en dos ocasiones en un intento de recuperar el trono, provocando la reacción fulminante de su hermano que hizo encerrar al llamado rey Monje.

(continuará) imagen de Alfonso IV