El chico se puso en pie, despacio. Se debió herir en...

El chico se puso en pie, despacio. Se debió herir en una pierna, cuando Efrén lo arrastró, porque iba cojeando hacia la empalizada. No me atreví a mirar su espalda, renegrida y desnuda entre los desgarrones. Sentí ganas de llorar, no sabía exactamente por qué. Unicamente supe decirme: <<Si sólo era un niño. Si era nada más que un niño, como otro cualquiera>>.

FIN