Y ahora, vamos a seguir con nuestra Historia de LEÓN...
Aunque en León, triunfó la candidatura de derechas en las elecciones de febrero de 1936, la victoria del Frente Popular en conjunto del país precipitó la sublevación militar que habría de acabar con la República.
Estalla la guerra civil en la provincia de León. El regimiento de Burgos sale a las calles el lunes 20 de julio y toma la capital sin apenas oposición, deteniendo acto seguido a las principales autoridades republicanas.
Una tras otra van cayendo en manos rebeldes las distintas localidades leonesas, conquistando finalmente Ponferrada tras un duro enfrentamiento en el cuartel de la Guardia Civil.
Despues del fracaso del golpe militar, pues las capitales más importantes permanecen fieles a la República, se entabla una guerra en toda regla que requiere la partida al frente el 6 de agosto, de las primeras tropas leonesas.
El dia 20 de noviembre muere en Madrid el anarquista Buenaventura Durruti, uno de los leoneses con mayor renombre internacional.
Tras una parodia de juicio en que se les condena a la última pena, son fusilados en el polígono de tiro de Puentecastro, el 21 de noviembre de 1936, los más significados dirigentes políticos y ciudadanos de ideología izquierdista. Entre ellos el gobernador Civil, el presidente de la Diputación, y el alcalde de León.
A lo largo de 1937, las tropas franquistas toman la zona norte del país, preámbulo de la victoria que se anuncia inevitable.
“Cautivo y desarmado el ejército rojo…”…el dia 1 de abril de 1939 se publica el parte final que anuncia el final de la guerra.
El lunes 22 de mayo el propio Franco viene a León para despedir a los aviadores alemanes de la Legión Cóndor, afincados en la capital durante el conflicto.
Y el dia 16 se entroniza el Sagrado Corazón de Jesús en el palacio de los Guzmanes, punto de partida para el carrusel de celebraciones religiosas que caracterizaron las siguientes décadas.
La Iglesia recupera una situación de privilegio en la “Nueva España” franquista, imponiendo modas y costumbres en nombre de la sana moral cristiana.
La situación de penuria generalizada provoca experimentos como el Dia del Plato Único, el dia sin Postre, y finalmente las cartillas racionamiento que tendrían vigencia hasta el año 1952.
Aunque en León, triunfó la candidatura de derechas en las elecciones de febrero de 1936, la victoria del Frente Popular en conjunto del país precipitó la sublevación militar que habría de acabar con la República.
Estalla la guerra civil en la provincia de León. El regimiento de Burgos sale a las calles el lunes 20 de julio y toma la capital sin apenas oposición, deteniendo acto seguido a las principales autoridades republicanas.
Una tras otra van cayendo en manos rebeldes las distintas localidades leonesas, conquistando finalmente Ponferrada tras un duro enfrentamiento en el cuartel de la Guardia Civil.
Despues del fracaso del golpe militar, pues las capitales más importantes permanecen fieles a la República, se entabla una guerra en toda regla que requiere la partida al frente el 6 de agosto, de las primeras tropas leonesas.
El dia 20 de noviembre muere en Madrid el anarquista Buenaventura Durruti, uno de los leoneses con mayor renombre internacional.
Tras una parodia de juicio en que se les condena a la última pena, son fusilados en el polígono de tiro de Puentecastro, el 21 de noviembre de 1936, los más significados dirigentes políticos y ciudadanos de ideología izquierdista. Entre ellos el gobernador Civil, el presidente de la Diputación, y el alcalde de León.
A lo largo de 1937, las tropas franquistas toman la zona norte del país, preámbulo de la victoria que se anuncia inevitable.
“Cautivo y desarmado el ejército rojo…”…el dia 1 de abril de 1939 se publica el parte final que anuncia el final de la guerra.
El lunes 22 de mayo el propio Franco viene a León para despedir a los aviadores alemanes de la Legión Cóndor, afincados en la capital durante el conflicto.
Y el dia 16 se entroniza el Sagrado Corazón de Jesús en el palacio de los Guzmanes, punto de partida para el carrusel de celebraciones religiosas que caracterizaron las siguientes décadas.
La Iglesia recupera una situación de privilegio en la “Nueva España” franquista, imponiendo modas y costumbres en nombre de la sana moral cristiana.
La situación de penuria generalizada provoca experimentos como el Dia del Plato Único, el dia sin Postre, y finalmente las cartillas racionamiento que tendrían vigencia hasta el año 1952.