¡Buenos días, querida Noemí!
Voy a tratar de ampliarte ese mensaje de la mejor manera que se.
Un besin y gracias por tú compañía.
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Se trataba de afirmar lo ya existente.
La unidad, ya por fin consolidada
Ataríamos esos lazos que juntaban
lo que el tiempo por desidia separaba
El calecho que surgió, fue buena idea
El calecho se formó con buen atino
El calecho convertido en logotipo,
resultó para Canales-La Magdalena.
Las imágenes confirman la armonía.
La unidad en las ideas, y tradiciones.
El origen, entrelaza las familias
que se unieron en ara, a esas funciones
Fue un propósito de crear algo en conjunto
Fue la magia lo que condujo al encuentro.
¿Provocó la brujería el desencuentro,
con la máxima de no haber nada resuelto?.
¿En que punto se rompió la fortaleza?.
¿En que instante construimos la muralla?
¿En que sitio del camino fue olvidada
la concordia y la paz que allí reinaba?.
Fueron voces que rompieron la armonía.
Fue un tumulto de intención desesperada,
desgarrando el cordón que alimentaba,
flaqueo las intenciones deseadas.
¿Fue ficticia la amistad que palpitaba?
¿Fue falacia la unidad que demostramos?..
¿Fueron sueños los besos, y los abrazos,
las sonrisas, alegrías y entusiasmos?.
¿Quién querrá cerrar esa fisura?
¿Quién bogará por borrar lo que ha pasado?
¿Quién y solo quien, manifestando
que el pueblo, mejor junto, no separado?.
De intenciones motivadas por el hecho
que Canales-La Magdalena, es un pueblo;
no dejemos que se olvide en el intento,
de ser más que los demás, en nuestro reino.
Que no hay reino que se precie y no consiga
por estar a cada lado de aquel puente.
Si las manos al final están unidas…,
que más da, que alguien lo quiera diferente.
.
Canales no es más grande ni más chica
La Magdalena ni más rica ni más pobre
Ambas dos: tal como les corresponde
Canales-La Magdalena, un solo nombre.
Que comparte, que estimula, que ennoblece,
que es orgullo comarcal del río Luna.
Quintanilla al oeste nos vigila
Y al norte Garaño nos protege
La Magdalena, al este, se nos rompe
por la villa que aquel trozo pertenece.
Esa villa que es Otero de las Dueñas,
por nobleza, a nuestro pueblo engrandece
Cuando digo que se rompa la muralla.
Cuando pido apertura generosa.
Cuando emito la palabra esperanza:
es reclamo de las voces silenciosas.
Cuando quiero compartir ese “calecho”.
Cuando ruego la presencia de mi gente,
yo quisiera saber bien trasmitiros
mi deseo que nos una, más que un puente.
Virgen de la Piedad, es rogatoria:
albérganos a todos bajo el manto
y a la Santa Magdalena le suplico
que no nos aleje nunca de su lado.
Coral
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