GENTES DE LEÓN / Obituario
Se fue con tres guerras, una en Rusia, y un récord imbatible
Participó en la revolución del 34, la guerra civil y la División Azul, hacía las sopas en San Juan desde 1958
F. Fernández / Valdeón
Ya me extrañaba que, acercándose las fechas de San Juan, el bueno de Gerardo no llamara para gastar alguna broma: “Este año me suben el sueldo, de no cobrar a nada”, decía en años anteriores. El sueldo al que se refería este veterano ‘de tres guerras’ era por hacer las sopas de ajo de las fiestas de San Juan, algo que venía ‘dirigiendo’ desde el año 1958, 53s años sin faltar ni uno. “Si multiplicas varios miles de raciones al año por 53 y no te sale el récord del mundo es que no sabes multiplicar”, solía explicar.
Era el carácter de Gerardo, siempre de broma, con una alegría que no justificaba la dura vida que llevó pues cuando te la contaba veías que le había pasado de todo. “Quedé huérfano con cuatro años cuando mi padre se mató en la mina y quedamos con una mano delante y otra detrás. La mayoría de las familias del pueblo tenían tres o cuatro vacas, en nuestra casa ni siquiera eso”. Por ello, con 14 y ‘falsificando’ su edad ya ingresó en el Ejército. “Me lo arregló el dueño del Oliden, que trabajaba allí de mozo”. Pero esa ‘trampa para tener trabajo’ se convirtió en un pequeño drama cuando siendo casi un niño fue destinado para Asturias, donde se estaba produciendo la dura revuelta del 34. “Lo pasé mal pero solo fue el comienzo, detrás vinieron otras dos guerras. En la del 36 también tuve destinos complicados (en Teruel, el Valle de Arán, la batalla del Ebro...) y, como me debían parecer poco dos guerras, me alisté en la DivisiónAzul, en Rusia...”.
Del frío que pasó allí hacía otra broma. “Yo creo que desde entonces quedé conservado en frío, por eso aguanto tan bien”. Y es que la verdad es que Gerardo tuvo una vejez en plenitud de facultades, mentales y físicas, tomando los vinos y conversando con una excelente lucidez.
ESTE LEONÉS NACIDO EN CANALES, en 1918 también era un personaje muy conocido en el mundillo local de la Semana Santa y la música coral.“Así por arriba te diré que fundé la primera Banda de Cornetas y Tambores que hubo en León, toqué en la Banda del Nazareno, canté en el Coro Padre Isla, fundé el Coro de la Iglesia de San Isidro Labrador... yo qué sé los conciertos que habremos dado con unos y con otros”.
Gerardo era un excelente conversador. Uno de los privilegios que perdemos es poder escuchar sus recuerdos, con sus frases y con su humor. Y le gustaba hablar, por eso me extrañaba que no llamara para decir lo que le habían subido el sueldo de las sopas.
Se fue con tres guerras, una en Rusia, y un récord imbatible
Participó en la revolución del 34, la guerra civil y la División Azul, hacía las sopas en San Juan desde 1958
F. Fernández / Valdeón
Ya me extrañaba que, acercándose las fechas de San Juan, el bueno de Gerardo no llamara para gastar alguna broma: “Este año me suben el sueldo, de no cobrar a nada”, decía en años anteriores. El sueldo al que se refería este veterano ‘de tres guerras’ era por hacer las sopas de ajo de las fiestas de San Juan, algo que venía ‘dirigiendo’ desde el año 1958, 53s años sin faltar ni uno. “Si multiplicas varios miles de raciones al año por 53 y no te sale el récord del mundo es que no sabes multiplicar”, solía explicar.
Era el carácter de Gerardo, siempre de broma, con una alegría que no justificaba la dura vida que llevó pues cuando te la contaba veías que le había pasado de todo. “Quedé huérfano con cuatro años cuando mi padre se mató en la mina y quedamos con una mano delante y otra detrás. La mayoría de las familias del pueblo tenían tres o cuatro vacas, en nuestra casa ni siquiera eso”. Por ello, con 14 y ‘falsificando’ su edad ya ingresó en el Ejército. “Me lo arregló el dueño del Oliden, que trabajaba allí de mozo”. Pero esa ‘trampa para tener trabajo’ se convirtió en un pequeño drama cuando siendo casi un niño fue destinado para Asturias, donde se estaba produciendo la dura revuelta del 34. “Lo pasé mal pero solo fue el comienzo, detrás vinieron otras dos guerras. En la del 36 también tuve destinos complicados (en Teruel, el Valle de Arán, la batalla del Ebro...) y, como me debían parecer poco dos guerras, me alisté en la DivisiónAzul, en Rusia...”.
Del frío que pasó allí hacía otra broma. “Yo creo que desde entonces quedé conservado en frío, por eso aguanto tan bien”. Y es que la verdad es que Gerardo tuvo una vejez en plenitud de facultades, mentales y físicas, tomando los vinos y conversando con una excelente lucidez.
ESTE LEONÉS NACIDO EN CANALES, en 1918 también era un personaje muy conocido en el mundillo local de la Semana Santa y la música coral.“Así por arriba te diré que fundé la primera Banda de Cornetas y Tambores que hubo en León, toqué en la Banda del Nazareno, canté en el Coro Padre Isla, fundé el Coro de la Iglesia de San Isidro Labrador... yo qué sé los conciertos que habremos dado con unos y con otros”.
Gerardo era un excelente conversador. Uno de los privilegios que perdemos es poder escuchar sus recuerdos, con sus frases y con su humor. Y le gustaba hablar, por eso me extrañaba que no llamara para decir lo que le habían subido el sueldo de las sopas.