Bueno encantadoras mujercitas... un poco extraviado si estoy, dolotido y por lo tanto cabreado ante tanto desproposito, mientras no para de ser noticia, la gran bandada de chupeteros, que, por cierto son muchos.
voy a alejarme (0 procurar) de tanta porquería con la ayuda de mi memoria, y acercarme... ¡A un campo? ¿A una playa? ¿A las dos cosas? la cuestión es alejarse.... y dejar me visite algún recuerdo.
¿EN QUE SILENCIO?
En que silencio, que voces,
que ocaso o alba,
sías largos, largas noches
se extravió la Luna blanca...
aquella luna radiante
que silente te besaba?
Me dijeron que te vieron
sola, triste, lastimada
por las callejas del puerto
buscando calles de un alba
y que potros de silencios
robaron tus lunas blancas.
Que recuerdas aquel fuego
de amor que visitó la playa
en besos de espuma, besos
justo a la arena y el agua...
y que lloraba hasta el viento,
porque vio que tu llorabas.
Que un torrente eran tus ojos,
que choerreaban nostalgias,
que uno dolor fuerte en tu pecho
y ayes mil en tu garganta...
Que hasra triste estaba el viento
mientras la Luna callaba.
Que tal era tu agonía
mi segadora del alma
que en campo las espigas,
que luna mar y la playa
mil caricias exprimían
en memorias desgranadas.
! Ah curbas de nieve y lunas
penando rotas sus alas!
! Ah la heridas ternuuras
entre la arena y el agua
y besos: besos mil de espuma
silencios y después: nada
libertad.
voy a alejarme (0 procurar) de tanta porquería con la ayuda de mi memoria, y acercarme... ¡A un campo? ¿A una playa? ¿A las dos cosas? la cuestión es alejarse.... y dejar me visite algún recuerdo.
¿EN QUE SILENCIO?
En que silencio, que voces,
que ocaso o alba,
sías largos, largas noches
se extravió la Luna blanca...
aquella luna radiante
que silente te besaba?
Me dijeron que te vieron
sola, triste, lastimada
por las callejas del puerto
buscando calles de un alba
y que potros de silencios
robaron tus lunas blancas.
Que recuerdas aquel fuego
de amor que visitó la playa
en besos de espuma, besos
justo a la arena y el agua...
y que lloraba hasta el viento,
porque vio que tu llorabas.
Que un torrente eran tus ojos,
que choerreaban nostalgias,
que uno dolor fuerte en tu pecho
y ayes mil en tu garganta...
Que hasra triste estaba el viento
mientras la Luna callaba.
Que tal era tu agonía
mi segadora del alma
que en campo las espigas,
que luna mar y la playa
mil caricias exprimían
en memorias desgranadas.
! Ah curbas de nieve y lunas
penando rotas sus alas!
! Ah la heridas ternuuras
entre la arena y el agua
y besos: besos mil de espuma
silencios y después: nada
libertad.