Caso curioso y la vez, si es asi, ¡que poca vergüenza...!
Diario de León:
EL GALLO
¿Dónde están las cervezas de los mineros?
28/06/2012
De vez en cuando surgen eso que se vienen en llamar «misterios sin resolver». Y de momento entra en este capítulo cuál es el destino final de una caja de cervezas que iba encaminada hacia los mineros encerrados en la Diputación Provincial.
El pasado domingo, día 24, un ciudadano decidió hacerles una visita con un obsequio. Se acercó a un bar próximo a la Diputación y comentó al dueño del establecimiento sus intenciones. No le puso mayores problemas pero sí el aviso de que debían devolverle «los cascos» porque eran botellas retornables. El ciudadano, cargado con su caja de cervezas, se dirigió hacia la Diputación pero a esa hora se celebraba la misa en la Capilla del Cristo de la Victoria y un policía local le dijo que no podía cruzar por la zona con el obsequio que llevaba a los mineros en medio de la celebración. Y llegaron a un acuerdo. El policía se quedaba la caja y se encargaría de que llegase a los encerrados cuando concluyese el acto.
Pero días después el donante de las cervezas fue a reclamar las botellas a los encerrados y la sorpresa saltó porque ellos nunca tuvieron noticia de las bebidas. De momento lo ocurrido con la caja es todo un misterio.
Diario de León:
EL GALLO
¿Dónde están las cervezas de los mineros?
28/06/2012
De vez en cuando surgen eso que se vienen en llamar «misterios sin resolver». Y de momento entra en este capítulo cuál es el destino final de una caja de cervezas que iba encaminada hacia los mineros encerrados en la Diputación Provincial.
El pasado domingo, día 24, un ciudadano decidió hacerles una visita con un obsequio. Se acercó a un bar próximo a la Diputación y comentó al dueño del establecimiento sus intenciones. No le puso mayores problemas pero sí el aviso de que debían devolverle «los cascos» porque eran botellas retornables. El ciudadano, cargado con su caja de cervezas, se dirigió hacia la Diputación pero a esa hora se celebraba la misa en la Capilla del Cristo de la Victoria y un policía local le dijo que no podía cruzar por la zona con el obsequio que llevaba a los mineros en medio de la celebración. Y llegaron a un acuerdo. El policía se quedaba la caja y se encargaría de que llegase a los encerrados cuando concluyese el acto.
Pero días después el donante de las cervezas fue a reclamar las botellas a los encerrados y la sorpresa saltó porque ellos nunca tuvieron noticia de las bebidas. De momento lo ocurrido con la caja es todo un misterio.