Diario de león:
Soría, el malo de la película
PEDRO VICENTE 10/07/2012
Es el día en el que la marcha negra entra en Madrid y el Ministerio de Industria sigue sin mover pieza. El ministro Soria no se apea del brusco recorte aplicado a los fondos mineros inicialmente previstos para el 2012 y sólo se presta a negociar el nuevo Plan del Carbón para el periodo 2013-2018. Pese a la que le está cayendo, el titular de Industria no quiere darse por enterado de que, si no se atenúa el recorte de este año, muchas empresas no llegarán al 31 de diciembre, con lo que el nuevo Plan les puede sobrar completamente.
No obstante, aunque le ha tocado encarnar el papel de malo de la película, convendría aclarar que Soria no es el principal responsable de su guión y dirección. Un conflicto de esta dimensión social y política desborda el ámbito de responsabilidad de un solo ministro. No sabemos si el alcance del recorte fue decisión suya o inducida, pero lo que a estas alturas resulta evidente es que si el ministro se mantiene en sus trece es porque cuenta con el respaldo de sus superiores jerárquicos en el Gobierno. Y estos, conforme al organigrama gubernamental, son dos: la vicepresidenta Soraya Sáez de Santamaría, y el presidente, Mariano Rajoy.
Resulta pueril por tanto residenciar el problema en la falta de familiaridad del ministro de Industria con el sector minero. Su falta de sensibilidad respecto al problema la está compartiendo el Gobierno en pleno y en particular sus máximos responsables, en cuya mano estaría hacer rectificar al ministro. En el caso de Sáez de Santamaría, su inhibición es particularmente decepcionante, ya que por su vinculación personal a Castilla y León, conoce perfectamente las consecuencias del conflicto. Y si no era consciente de ellas, tuvo ocasión de hacerse una idea durante el pasado congreso autonómico del PP, en el que Juan Vicente Herrera dejó patente el malestar del gobierno de la comunidad con los recortes al carbón. Y de eso hace ya más de mes y medio.
En el caso de Rajoy, no puede ignorar que está incumpliendo su compromiso electoral de mantener el sector del carbón, colocando además en el disparadero al propio PP en los municipios, provincias y comunidades afectadas. Cabe preguntarse si el presidente del Gobierno habría apoyado un recorte así si el problema afectara a Galicia. Parece evidente que no. Cabe maliciarse incluso que la producción de carbón nacional es un lastre para las centrales térmicas gallegas, que se abastecen sin problema de carbón importado y más barato, motivo por el cual hace tiempo que hay un conflicto de intereses al respecto entre Galicia y Castilla y León.
Así pues, Soria no es más que el simple gestor del recorte. El máximo responsable del mismo es el presidente Rajoy, seguido de la vicepresidenta Sáez de Santamaría.
Soría, el malo de la película
PEDRO VICENTE 10/07/2012
Es el día en el que la marcha negra entra en Madrid y el Ministerio de Industria sigue sin mover pieza. El ministro Soria no se apea del brusco recorte aplicado a los fondos mineros inicialmente previstos para el 2012 y sólo se presta a negociar el nuevo Plan del Carbón para el periodo 2013-2018. Pese a la que le está cayendo, el titular de Industria no quiere darse por enterado de que, si no se atenúa el recorte de este año, muchas empresas no llegarán al 31 de diciembre, con lo que el nuevo Plan les puede sobrar completamente.
No obstante, aunque le ha tocado encarnar el papel de malo de la película, convendría aclarar que Soria no es el principal responsable de su guión y dirección. Un conflicto de esta dimensión social y política desborda el ámbito de responsabilidad de un solo ministro. No sabemos si el alcance del recorte fue decisión suya o inducida, pero lo que a estas alturas resulta evidente es que si el ministro se mantiene en sus trece es porque cuenta con el respaldo de sus superiores jerárquicos en el Gobierno. Y estos, conforme al organigrama gubernamental, son dos: la vicepresidenta Soraya Sáez de Santamaría, y el presidente, Mariano Rajoy.
Resulta pueril por tanto residenciar el problema en la falta de familiaridad del ministro de Industria con el sector minero. Su falta de sensibilidad respecto al problema la está compartiendo el Gobierno en pleno y en particular sus máximos responsables, en cuya mano estaría hacer rectificar al ministro. En el caso de Sáez de Santamaría, su inhibición es particularmente decepcionante, ya que por su vinculación personal a Castilla y León, conoce perfectamente las consecuencias del conflicto. Y si no era consciente de ellas, tuvo ocasión de hacerse una idea durante el pasado congreso autonómico del PP, en el que Juan Vicente Herrera dejó patente el malestar del gobierno de la comunidad con los recortes al carbón. Y de eso hace ya más de mes y medio.
En el caso de Rajoy, no puede ignorar que está incumpliendo su compromiso electoral de mantener el sector del carbón, colocando además en el disparadero al propio PP en los municipios, provincias y comunidades afectadas. Cabe preguntarse si el presidente del Gobierno habría apoyado un recorte así si el problema afectara a Galicia. Parece evidente que no. Cabe maliciarse incluso que la producción de carbón nacional es un lastre para las centrales térmicas gallegas, que se abastecen sin problema de carbón importado y más barato, motivo por el cual hace tiempo que hay un conflicto de intereses al respecto entre Galicia y Castilla y León.
Así pues, Soria no es más que el simple gestor del recorte. El máximo responsable del mismo es el presidente Rajoy, seguido de la vicepresidenta Sáez de Santamaría.