CORNADA DE LOBO
A galeras
GARCíA TRAPIELLO 19/07/2012
Lo peor de ser pobre es que no se puede pensar en otra cosa... lo dijo no sé quién; razón le sobra. Cuando rugen las tripas, la cabeza no está libre ni serena para buscar ideas, linternas o salidas... ni durmiendo cesa la obsesión... y se hace pesadilla.
Así le está pasando a este país (los columnistas, a la cabeza): no podemos pensar y hablar de otra cosa que no sea esta penuria y el desbarate en las alturas de la nación o en las bajuras de la gleba por la calle con cazuelas. Cada día que amanece, el número de decreto-atracos crece. La ley se sirve con hacha. Y anda la otra mitad de la gente dando saltitos porque vienen segándoles la hierba debajo de los pies.
Uy, cómo está la cosa.
Pues palante está pior, pensó Montoro copiando a Pepe Navarro.
Dato: 40.000 españoles ya no están entre nosotros. Son las víctimas de esta guerra de oros, ruinas y paros, son los que han tenido que emigrar al extranjero cansados de «lunes al sol», martes sin garbanzos, miércoles a la acera, jueves al Inem, viernes al pilpil, sábados a la sombra y domingos al cuerno.
¡40.000 sólo en lo que va de año! Y leoneses, unos tres mil. Les valdrá cualquier galera extranjera para enrolarse. Son gente bien preparada. Ya no son las hordas campesinas que emigraban a la Europa de los sesenta sin oficio ni saberes, a la ventura o la vendimia. Estas hordas de hoy son sabia de la mejor que dará sus frutos a otros y no aquí.
¿Lo está consignando alguien en el déficit moral y criminal de la nación?
Consuela mucho, sin embargo, que digan que España ha salido de situaciones peores y que de esta saldremos también (ni se duda, pero la cosa es cómo, con qué pelos). Y a continuación llega otra noticia al telediario dando cuenta de la aberrante, aberroncha y colosal escultura del Ripollés en el aeropuerto del Fabra Quesejodan, escultura ya a punto de inaugurarse, hala, sólo costó sesenta millones de pesetas. Titular: El puto arte se ríe de la crisis. Este es el camino, llenémoslo de esculturas. Será dinero que ruede, ganan todos: fundidores, chapistas, montadores y artistas (con su comisión al galerista, al piragüista y al de la cuchara).
Pues sigamos entonces con lo de Soy español: ¿a qué quieres que te engañe?
A galeras
GARCíA TRAPIELLO 19/07/2012
Lo peor de ser pobre es que no se puede pensar en otra cosa... lo dijo no sé quién; razón le sobra. Cuando rugen las tripas, la cabeza no está libre ni serena para buscar ideas, linternas o salidas... ni durmiendo cesa la obsesión... y se hace pesadilla.
Así le está pasando a este país (los columnistas, a la cabeza): no podemos pensar y hablar de otra cosa que no sea esta penuria y el desbarate en las alturas de la nación o en las bajuras de la gleba por la calle con cazuelas. Cada día que amanece, el número de decreto-atracos crece. La ley se sirve con hacha. Y anda la otra mitad de la gente dando saltitos porque vienen segándoles la hierba debajo de los pies.
Uy, cómo está la cosa.
Pues palante está pior, pensó Montoro copiando a Pepe Navarro.
Dato: 40.000 españoles ya no están entre nosotros. Son las víctimas de esta guerra de oros, ruinas y paros, son los que han tenido que emigrar al extranjero cansados de «lunes al sol», martes sin garbanzos, miércoles a la acera, jueves al Inem, viernes al pilpil, sábados a la sombra y domingos al cuerno.
¡40.000 sólo en lo que va de año! Y leoneses, unos tres mil. Les valdrá cualquier galera extranjera para enrolarse. Son gente bien preparada. Ya no son las hordas campesinas que emigraban a la Europa de los sesenta sin oficio ni saberes, a la ventura o la vendimia. Estas hordas de hoy son sabia de la mejor que dará sus frutos a otros y no aquí.
¿Lo está consignando alguien en el déficit moral y criminal de la nación?
Consuela mucho, sin embargo, que digan que España ha salido de situaciones peores y que de esta saldremos también (ni se duda, pero la cosa es cómo, con qué pelos). Y a continuación llega otra noticia al telediario dando cuenta de la aberrante, aberroncha y colosal escultura del Ripollés en el aeropuerto del Fabra Quesejodan, escultura ya a punto de inaugurarse, hala, sólo costó sesenta millones de pesetas. Titular: El puto arte se ríe de la crisis. Este es el camino, llenémoslo de esculturas. Será dinero que ruede, ganan todos: fundidores, chapistas, montadores y artistas (con su comisión al galerista, al piragüista y al de la cuchara).
Pues sigamos entonces con lo de Soy español: ¿a qué quieres que te engañe?