Y como despedida, por hoy, otro soneto del muy estimado Felix-Antonio.
¡Dulces sueños para tod@s!
BENDIGO LA PALABRA
bendigo la palabra y soy amigo
del silencio, crisol de la palabra.
Entre el abra y al mar, prefiero el abra.
Entre el trigo y el viento, elijo el trigo.
Bendigo la palabra, aunque persigo
tenazmente el silencio, abracadabra
que bruñe el alma y en la mente labra
palabras no aprendidas. Yo bendigo
esa hora atemperada y silenciosa
en que la vida -voz enajenada-
cede al sueño una pausa luminosa.
Bendigo la palabra en la embrujada
hora del alba, cuando toda cosa
se torna luz y música callada.
¡Dulces sueños para tod@s!
BENDIGO LA PALABRA
bendigo la palabra y soy amigo
del silencio, crisol de la palabra.
Entre el abra y al mar, prefiero el abra.
Entre el trigo y el viento, elijo el trigo.
Bendigo la palabra, aunque persigo
tenazmente el silencio, abracadabra
que bruñe el alma y en la mente labra
palabras no aprendidas. Yo bendigo
esa hora atemperada y silenciosa
en que la vida -voz enajenada-
cede al sueño una pausa luminosa.
Bendigo la palabra en la embrujada
hora del alba, cuando toda cosa
se torna luz y música callada.