Les ofrezco el relato "Los viajes de la vida" con el...

¡Hola de nuevo! Pues si os parece vamos a seguir explicando como se desarrollaron los actos, del pasado 5 de agosto:

EN CUANTO AL II CERTAMEN DE RELATOS CORTOS CANALES-LA MAGDALENA, los premiados fueron los siguientes:

TERCER PREMIO.
TÍTULO: "LEYENDA DE PASTORES"
AUTOR: JOSÉ MARÍA GOMEZ DE LA TORRE

La foto nos muestra la lectura del mismo por Carmen Del Fueyo

SEGUNDO PREMIO, como dijimos ayer:
TÍTULO: "LOS VIAJES DE LA VIDA"
AUTORA: NIEVES ELENA MORÁN DÍAZ

la foto nos muestra el momento de la entrega del premio

Les ofrezco el relato "Los viajes de la vida" con el que obtuve el segundo premio del concurso. Un abrazo a todos los que hicieron esta fiesta tan linda, que he disfrutado a la distancia a través de las fotos, y... muchas gracias!

Amanecía, apenas, y el niño ansioso de convertirse en hombre dejó atrás la duermevela en la casa de piedra que lo había visto nacer. El canto mortecino que escapaba de los labios apretados de su madre se oía en la cocina, donde una cortina la separaba de la cama de su hijo que esa misma mañana de junio recién nacido, saldría de su casa para volver algún día convertido en pastor trashumante, como lo habían sido sus abuelos. El padre del muchacho no soportó la vida pastoril y se fue un día, dejándolos librados a su suerte en aquella minúscula villa de montaña. Su hijo, en cambio, había estado esperando ese día con gozosa confianza y cuando el otoño raleara los pastos y empezara a enfriar hasta el alma, quería llegar a Extremadura por los caminos de la Mesta. Tan blanco era el invierno en Portilla de Luna que su abuela acostumbraba decirle que toda la nieve que Dios enviaba a España, caía sobre su pueblo.
Bebió casi de un trago el tazón de leche que su madre le ofreció, guardó los panes que le había amasado la tarde anterior y echando su morral al hombro, la abrazó con fuerza. Sin mirar atrás, fue camino a la plaza donde habían quedado en encontrarse los pastores con el rebaño que venía del Sur.
Doña María, la hermana del herrero del pueblo, conducía el coche de apoyo. Además de ser la dueña de las ovejas, era mujer de carácter y el puesto de hatera le iba de maravillas. Las ovejas balaban al unísono y no bien estuvieron los cuatro pastores reunidos, emprendieron la marcha hacia los agostaderos de los Picos de Europa. El muchacho iba tieso y orgulloso, pero su altanería se deshizo cuando descubrió que Mateo, el mastín que había criado de cachorro, lo había seguido para ser su compañero de tareas. Su perro, que tenía una sola oreja, pronto se sumó a los otros animales y se hizo ovejero. Cruzaron cañadas y cordeles y cuando el sol empezó a esconderse, doña María decidió que había llegado la hora del descanso. Se apeó del coche y junto con ella, lo hizo una joven de ojos y cabellos negros como el azabache. Nadie la había visto antes. El niño ansioso de convertirse en hombre supo que nunca olvidaría ese momento.
Así, todo los atardeceres, cuando los pasos se hacían más lentos, buscaban el descansadero. Las ovejas saciaban la sed en remansos o en abrevaderos de agua dulce, algunas tardes los esperaba la orilla de un arroyo, donde animales y pastores, como criaturas de Dios que eran, compartían la bendición del agua entibiada por el verano que se aproximaba.
Una noche, después de haber recogido el ganado en la majada, cuando los demás dormían en los chozos, el niño ansioso de convertirse en hombre fue a saciar su sed en el arroyo que mecía a la joven moruna y allí sus cuerpos y sus almas se fundieron para siempre.
Después de treinta jornadas llegaron, por fin, al estivadero buscado. En el rebaño venían cuatro ovejas preñadas y entre barbechos y rastrojos parieron siete corderos. Los pastores, la dueña de la hacienda y la muchacha que venía de Granada celebraron la vida. Por esos días ella descubrió que su vientre guardaba, generoso, una niña que sabría hilar y tejer como su madre o tal vez un niño que sería pastor trashumante como su padre. El que un día de junio dejó su casa de piedra deseando volver siendo hombre y amarró su vida a la libertad trashumante en España.