¡Hola chic@s! Buenas tardes. Pues hablando de cambios de temperatura, en León, en estos momentos 23º así que, por estos lares, también ha refrescado; pero seguimos de secano y ese pantano que nos enseña Naye, va a ser que, de momento pasará sed.
Y ahora si me permitís os voy a contar una de esas anécdotas que de vez en cuando me cuenta mi seños padre.
En esta ocasión se trata de un sastre.
Iba el sastre a la casa grande a trabajar, (costumbre habitual de aquellos tiempos no tan lejanos), y, como era también costumbre la señora de la casa manda que se le prepare un huevo frito para que trabaje, dicho sastre, con mayor diligencia. El sastre después de comer el huevo piensa: un huevo, un huevo es. La señora de la casa viendo que la labor no se agilizaba, ordena que se le prepare otro huevo; y después de que éste lo haya comido sigue pensando: dos huevos, dos huevos son, siguiendo con su diligente trabajo pero sin prisa ninguna. La ama de la casa, que urge de la confección encargada, decide para mayor celeridad prepararle otro huevo a lo que el sastre después de habérselo comido dice: Tres huevos ya son bastantes y con buena longaniza ya puede coser el sastre.
Y con este me retiro que hay que cumplir con la jornada. ¡Hasta otro ratillo chic@s!.
Abrazos
Y ahora si me permitís os voy a contar una de esas anécdotas que de vez en cuando me cuenta mi seños padre.
En esta ocasión se trata de un sastre.
Iba el sastre a la casa grande a trabajar, (costumbre habitual de aquellos tiempos no tan lejanos), y, como era también costumbre la señora de la casa manda que se le prepare un huevo frito para que trabaje, dicho sastre, con mayor diligencia. El sastre después de comer el huevo piensa: un huevo, un huevo es. La señora de la casa viendo que la labor no se agilizaba, ordena que se le prepare otro huevo; y después de que éste lo haya comido sigue pensando: dos huevos, dos huevos son, siguiendo con su diligente trabajo pero sin prisa ninguna. La ama de la casa, que urge de la confección encargada, decide para mayor celeridad prepararle otro huevo a lo que el sastre después de habérselo comido dice: Tres huevos ya son bastantes y con buena longaniza ya puede coser el sastre.
Y con este me retiro que hay que cumplir con la jornada. ¡Hasta otro ratillo chic@s!.
Abrazos
-Perdona Coral, no se si me entrometí, pero es que andaba yo con la mosca detrás de la oreja con los párrafos en verde que os salían a todos, menos a mí-POS YA VES ME HE DADO CUENTA-y otra lección he aprendido yo solita-OIGAAAAAA,-que como nos os pago las clases particulares, cada perrito que se lamba su pijjjjj.... t.. oo. Ponida la foto, de paso besos para toda tu fámily-AH ¡y sñª Elo, qué pasa?últimamente anda perdida como Dinio en la noche-A ver si la vemos más a menudo por estos lares.