Ya me gustaría, ya, poder contar alguna historia de nuestro Practicante, pero en mi casa se disfrutó siempre de buena salud y pocas veces se precisó de la profesionalidad de Herminio. Además antes era muy habitual que las inyecciones se pusieran en casa. Mi madre era una experta, sin embargo sí recuerdo que alguna muela me dio la lata necesaria para que Herminio interviniera. Recuerdo su consulta extremadamente aséptica y colocada, de hecho en aquella casa todo estaba extraordinariamente limpio y ordenado. Y también recuerdo la cola que hacía la gente en espera de su consulta. De aquella había mucha gente en el pueblo y las consultas del médico y del practicante eran multitudinarias, os lo aseguro. Me remito a un escrito de mis vivencias que colgué en el foro de Canales y que si lo encuentro mañana os lo copiaré como recuerdo a mis vecinos. Ahora los veo… y me son tan familiares… que parece que hace sólo un rato que los dejé en su finca, jugando.