Buenas tardes compañeros amigos y visitantes de este...

Como ya hay bastante material, me despido hasta otro rato. Nos disponemos a bajar para desayunar y después, de un ratito de piscina, sauna y spa, nos iremos a descubrir o recordar algún rincón de esta bonita tierra. Pero claro, no antes, sin dejaros, lo que es ya, con el permiso de nuestro estimado JOSE LUIS ROCA SUAREZ: "NUESTRA ESPUMA DE LOS DÍAS". PRIVILEGIO QUE NOS HA CONCEDIDO HACE TIEMPO Y AL QUE NO NOS GUSTARÍA RENUNCIAR.

BESOS PARA TOD@S, QUERIDOS COMPIS. ¡HASTA MÁS LEER Y ESCRIBIR.
MIENTRAS TANTO, TENGAN USTEDES ¡FELIZ DÍA!

DIARIO DE lEÓN

LA ESPUMA DE LOS DÍAS
Apuntalad los castillos en ruinas
JOSÉ L. SUÁREZ ROCA 10/01/2013

Escribo hoy frente a un castillo en ruinas a punto de desplomarse. ¿Existe aún una justicia arqueológica? Soy un hombre con la cabeza llena de castillos: quiero decir que desde la infancia uno de los cajones secretos de mi subconsciente está lleno de castillos en ruinas. Los castillos en ruinas me pertenecen, son tan románticos como la sangre, son los alucinógenos medievales que nutren aún mi ideología «resistencialista»... ¡Sus siluetas recortándose contra el cielo! ¿Habéis experimentado el vértigo del mundo sobre sus piedras más altas? ¿Cómo puede haber hombres que se paseen indiferentes ante sus ruinas fundamentales?

El castillo de Alba: tardes a la orilla de su leyenda, cuando nos defendíamos de las huestes musulmanas con escudos y espadas de madera bajo los estandartes del rey Alfonso III el Magno... El castillo de Sarracín: tardes galaicas al «sol-y-sombra» de su parapeto antropomórfico, cuando nos columpiábamos en la cuerda del erotismo aerodinámico y las amapolas líquidas trepaban entonces por las vértebras de la fascinación primaveral... El castillo de Benar: tardes al resplandor de su lunática torre del homenaje, cuando nos zambullíamos en las aguas encantadas del Omaña y palpábamos las truchas que reclamaban el oro de la misericordia...

¿Cómo pueden existir hombres tan perversos como para permitir que la esencia de nuestra historia se disuelva entre los escombros de la nada? Esos hombres con un invierno escatológico en sus entrañas desconocen la prodigiosa escenografía de la resurrección.

Caía el sol y os marchabais... Y yo me quedaba allí, frente al castillo, fantaseando con sus ruinas, vigilándolas, apuntalándolas con los barrotes de mi imaginación. Una vez se apareció una yegua dando a luz una hogaza de pan. Y hasta que se hizo de noche estuvo saltando de una torre a otra. Y otra vez surgieron de entre los huesos dos infantes geopolíticos blandiendo un arcoíris de doce colores. «No matéis el sueño de los niños», decían. Caía el sol y yo me quedaba allí, frente al castillo, apuntalando sus ruinas, vigilándolas... Porque al otro lado del río y entre los alisos estaban espiando algunos hombres con cabeza de puerro crepuscular, hombres necrofílicos que maquinaban ya el derrumbamiento de todos los castillos. ¿Existe todavía una justicia arqueológica?

Escribo hoy frente al castillo de mi historia a punto de desmoronarse. Y a esos hombres que parecen ignorar la significación psicológica e ideológica de semejante fenómeno les exijo: No matéis la filosofía iluminada por la luz poniente de nuestros castillos en ruinas. No exterminéis su fantasía atlántica.

Buenas tardes compañeros amigos y visitantes de este foro.
Muy bonito el articulo de Jose Luis sobre los castillos. Tengo que reconocer que a mi también me han fascinado siempre, todos tienen un encanto especial y todos forman parte de nuestra historia. De algunos poco queda, el de Los Barrios de Luna destrozado por la construcción de la presa del pantano, y el de Alba a punto de ser devorado por las maquinas de una cantera
En fin esperemos que la recuperación siga adelante y que las excavaciones nos muestren en un futuro lo que pudo ser el Castillo de Alba uno, de los más antiguos de nuestra provincia