SIGNIFICADO DE LA VISITA A LOS MONUMENTOS
Después de la misa del Jueves Santo en la noche, el Santísimo se reserva en lugares especiales para la comunión del Viernes Santo, día en que se conmemora la Pasión y muerte del Señor y en que no se celebra la Eucaristía. Con la consolidación del culto eucarístico en los siglos XII y XIII, se extendió la costumbre de preparar un “sepulcro” a Cristo. He ahí que en muchos lugares se llame todavía “sepulcro” a aquello que nosotros conocemos como monumento.
La devoción popular hizo de este gesto práctico, es decir, reservar las hostias consagradas el Jueves Santo para la comunión del Viernes Santo, todo un despliegue de arte y creatividad. Nosotros heredamos esta tradición ya desde el principio.
En Canales se hacía y supongo que se seguirá haciendo el monumento, se tapaban todas las imágenes con paños negros y en el altar mayor se montaba el monumento. En el centro un Caliz enorme (que por cierto había hecho mi padre de forja) sobre un fondo de raso y rodeado de muchas flores. A un lado del altar se colocaban velas cada una adornada y en su palmatoria que llevaban los vecinos del pueblo, esas velas alumbraban al santísimo toda la noche y el trocito que siempre quedaba se recogía para encenderla en los días de tormenta
Después de la misa del Jueves Santo en la noche, el Santísimo se reserva en lugares especiales para la comunión del Viernes Santo, día en que se conmemora la Pasión y muerte del Señor y en que no se celebra la Eucaristía. Con la consolidación del culto eucarístico en los siglos XII y XIII, se extendió la costumbre de preparar un “sepulcro” a Cristo. He ahí que en muchos lugares se llame todavía “sepulcro” a aquello que nosotros conocemos como monumento.
La devoción popular hizo de este gesto práctico, es decir, reservar las hostias consagradas el Jueves Santo para la comunión del Viernes Santo, todo un despliegue de arte y creatividad. Nosotros heredamos esta tradición ya desde el principio.
En Canales se hacía y supongo que se seguirá haciendo el monumento, se tapaban todas las imágenes con paños negros y en el altar mayor se montaba el monumento. En el centro un Caliz enorme (que por cierto había hecho mi padre de forja) sobre un fondo de raso y rodeado de muchas flores. A un lado del altar se colocaban velas cada una adornada y en su palmatoria que llevaban los vecinos del pueblo, esas velas alumbraban al santísimo toda la noche y el trocito que siempre quedaba se recogía para encenderla en los días de tormenta