Tuve la oportunidad este
verano de conocer a Chispa, tiene unos ojos muy bonitos; que por cierto fui a acariciarla y me tiró un bocao... Normal, diría ¡quién es esta individua que me toca el hocico, pero no llegó la sangre al río. Si llego a contactar con ellas más directamente me las llevo con el Pikolo.