Yoliiiiiiiiiiiii, que cada día andas más tarde, luego me dices que tiro la primera piedra y me las piro... que últimamente ando mu, pero que mu liá, necesito dos días en uno.
Ahí va otra de lindos pajaritos..... ejemplo nos dan.
Ahí va otra de lindos pajaritos..... ejemplo nos dan.
¡Que no trabajes tanto leche! que no es cosa solo tuya levantar el país
Al final había nieve por los altos o solo lluvia?
Al final había nieve por los altos o solo lluvia?
Hay ¡si yo te contara Yoli ¡, hoy hubo nieve por los bajos, acuneté otra vez, pero no yo sola, Pikolo también posó culo, y no con el coche, no, con las chirucas-las mías digo-, el Pikolo no las llevaba.
Os cuento: Salimos de mañana los dos-8:45-, un solín guapo de verdad, correa en ristre para que el tigre no se largue campo tendido y sin amo, y me digo... Cómo brilla la acera, será el sol? o será la helada?, para por si no bajo por la cuesta cuesta, bajo por la cuestina... Llevaba a Pikolo con la correa corta y de repente mis botas comienzan a patinar: aquello no era helada, era una baba que cubría toda la acera y no te sujetabas ni con los arneses; de repente.. que si me caigo, que si me sujeto... Y a qué me sujeto.. cómo no sea al perro ¡, total que como rana disfrutando de su charca helada me quise mantener... y cómo me mantuve, con el culo pa la carretera y las manos encima las piedras, hasta que por fín caí de rodillas-En ese momento me acordé de tí Dª Yoli y la cuesta del Maragato-
Segundo Capítulo:
Cuando por fin logro incorporarme, que me fue difícil, porque si levantaba culo, resbalaban botas, conseguí sentarme en el bordillín... y Pikolo detrás de mí, creo que estaba pensando.. Pero ésta no tiene otra cosa que hacer, nada más que el ridículo?. El perrín tenía la correa entre la boca, por el agarradero detrás de mí, a ver si acababa el espectáculo, y cuando vio que me levantaba, él solo se fue a los praos, como diciendo ¡Si tú no me paseas me paseo yo solo.
Hala.. ya te contesté si había nieve por los altos o por los bajos.
Os cuento: Salimos de mañana los dos-8:45-, un solín guapo de verdad, correa en ristre para que el tigre no se largue campo tendido y sin amo, y me digo... Cómo brilla la acera, será el sol? o será la helada?, para por si no bajo por la cuesta cuesta, bajo por la cuestina... Llevaba a Pikolo con la correa corta y de repente mis botas comienzan a patinar: aquello no era helada, era una baba que cubría toda la acera y no te sujetabas ni con los arneses; de repente.. que si me caigo, que si me sujeto... Y a qué me sujeto.. cómo no sea al perro ¡, total que como rana disfrutando de su charca helada me quise mantener... y cómo me mantuve, con el culo pa la carretera y las manos encima las piedras, hasta que por fín caí de rodillas-En ese momento me acordé de tí Dª Yoli y la cuesta del Maragato-
Segundo Capítulo:
Cuando por fin logro incorporarme, que me fue difícil, porque si levantaba culo, resbalaban botas, conseguí sentarme en el bordillín... y Pikolo detrás de mí, creo que estaba pensando.. Pero ésta no tiene otra cosa que hacer, nada más que el ridículo?. El perrín tenía la correa entre la boca, por el agarradero detrás de mí, a ver si acababa el espectáculo, y cuando vio que me levantaba, él solo se fue a los praos, como diciendo ¡Si tú no me paseas me paseo yo solo.
Hala.. ya te contesté si había nieve por los altos o por los bajos.