¡Buenos días a tod@s los amig@s de este foro y a tod@s los paisan@s amig@s vecin@s y familiares de Canales-La Magdalena!
Aquí os dejo:
León despide a Iglesias
El ex jugador de la Cultural, Salamanca y Málaga recibe el adiós de la gente del fútbol de su ciudad.
DIARIO DE LEÓN 04/02/2014
Carlos Iglesias recibió el adiós de los leoneses.
FOTO: ramiro
El leonés Carlos Iglesias, ex jugador de la Cultural, Málaga y Salamanca, entre otros equipos, se despidió de sus familiares, amigos y también la gente del fútbol de León, que siempre le profesó una inmensa admiración, porque se consideró leonés de los pies a la cabeza.
Fue el último gesto de los leoneses hacia uno de los jugadores más brillantes de la historia del culturalismo, que dijo adiós con la misa de funeral, que se celebró en la Iglesia Parroquial de San Isidro Labrador, con el culturalismo presente.
Un futbolista que militó en la Cultural y Deportiva Leonesa en la temporada 1972/73, la época de esplendor del culturalismo. Su capacidad defensiva, no exenta de una extraordinaria calidad en su pierna izquierda le hicieron destacar para fichar por el Málaga, con el que conquistó el ascenso a Primera División, y también con la mejor Unión Deportiva Salamanca de su historia.
Carlos Iglesias siempre fue un hombre con una fuerte personalidad. Una persona que siempre fue de frente, con su verdad por delante y con un carisma especial para ser reconocido y querido por los compañeros que compartieron con él vestuario.
«Fue un hombre bueno. Muy meticuloso con su trabajo y amante del buen fútbol», afirma el veterano de la Cultural Ovalle.
Aquí os dejo:
León despide a Iglesias
El ex jugador de la Cultural, Salamanca y Málaga recibe el adiós de la gente del fútbol de su ciudad.
DIARIO DE LEÓN 04/02/2014
Carlos Iglesias recibió el adiós de los leoneses.
FOTO: ramiro
El leonés Carlos Iglesias, ex jugador de la Cultural, Málaga y Salamanca, entre otros equipos, se despidió de sus familiares, amigos y también la gente del fútbol de León, que siempre le profesó una inmensa admiración, porque se consideró leonés de los pies a la cabeza.
Fue el último gesto de los leoneses hacia uno de los jugadores más brillantes de la historia del culturalismo, que dijo adiós con la misa de funeral, que se celebró en la Iglesia Parroquial de San Isidro Labrador, con el culturalismo presente.
Un futbolista que militó en la Cultural y Deportiva Leonesa en la temporada 1972/73, la época de esplendor del culturalismo. Su capacidad defensiva, no exenta de una extraordinaria calidad en su pierna izquierda le hicieron destacar para fichar por el Málaga, con el que conquistó el ascenso a Primera División, y también con la mejor Unión Deportiva Salamanca de su historia.
Carlos Iglesias siempre fue un hombre con una fuerte personalidad. Una persona que siempre fue de frente, con su verdad por delante y con un carisma especial para ser reconocido y querido por los compañeros que compartieron con él vestuario.
«Fue un hombre bueno. Muy meticuloso con su trabajo y amante del buen fútbol», afirma el veterano de la Cultural Ovalle.
El fútbol sin el ‘Cazurro’ y el ‘Sabio’
El fútbol da bofetadas que no esperas. Carlos Iglesias y Luis Aragonés dejan el balompié leonés y nacional huérfano de dos figuras broncas pero honestas, que cambiaron con sus ideas la concepción del fútbol, quitándole la manida furia para convertirla en bota de seda. Cada uno en su campo de actuación.
Guardo en mi memoria dos detalles, que aunque sucedieron hace casi veinte años no se me olvidarán mientras viva. Recuerdo cuando Carlos Iglesias me soltó con su enorme bozarrón, como buen cazurro que siempre fue, tras presenciar juntos un Salamanca-Cultural en una de las cabinas de prensa del Helmántico: ‘León es mi ciudad y no necesito jugar ya en la Cultural para sentirme culturalista de arriba abajo. Soy de Canales, no de Béjar. Marianín, Ovalle y Villafañe son arte, no fútbol’. Me dejó sin palabras, cuando antes le había susurrado medio en broma medio en serio que era un privilegiado por haber jugado al lado de los Rezza, D’Alessandro, Rial y Sánchez Barrios. ‘Yo soy defensa pero no tengo las botas torcidas’, dijo para acabar de machacarme.
Luis Aragonés, por su parte, me contestó con su característico tono arisco cuando le pregunté por una decisión arbitral en el viejo estadio Amilivia, tras un Cultural-Sevilla de Copa: ‘Deje en paz a los árbitros hombre. ¿Usted no se equivoca nunca? ¡Pues ellos también! El fútbol está por encima de errores’. Una lección magistral. Sí señor.
El ‘Cazurro’ y el ‘Sabio’ también me formaron. ¡Ojalá no se apague nunca su llama!
El fútbol da bofetadas que no esperas. Carlos Iglesias y Luis Aragonés dejan el balompié leonés y nacional huérfano de dos figuras broncas pero honestas, que cambiaron con sus ideas la concepción del fútbol, quitándole la manida furia para convertirla en bota de seda. Cada uno en su campo de actuación.
Guardo en mi memoria dos detalles, que aunque sucedieron hace casi veinte años no se me olvidarán mientras viva. Recuerdo cuando Carlos Iglesias me soltó con su enorme bozarrón, como buen cazurro que siempre fue, tras presenciar juntos un Salamanca-Cultural en una de las cabinas de prensa del Helmántico: ‘León es mi ciudad y no necesito jugar ya en la Cultural para sentirme culturalista de arriba abajo. Soy de Canales, no de Béjar. Marianín, Ovalle y Villafañe son arte, no fútbol’. Me dejó sin palabras, cuando antes le había susurrado medio en broma medio en serio que era un privilegiado por haber jugado al lado de los Rezza, D’Alessandro, Rial y Sánchez Barrios. ‘Yo soy defensa pero no tengo las botas torcidas’, dijo para acabar de machacarme.
Luis Aragonés, por su parte, me contestó con su característico tono arisco cuando le pregunté por una decisión arbitral en el viejo estadio Amilivia, tras un Cultural-Sevilla de Copa: ‘Deje en paz a los árbitros hombre. ¿Usted no se equivoca nunca? ¡Pues ellos también! El fútbol está por encima de errores’. Una lección magistral. Sí señor.
El ‘Cazurro’ y el ‘Sabio’ también me formaron. ¡Ojalá no se apague nunca su llama!