Y para finalizar esta velada, por mi parte:
SILVA ARROMANZADA
Canales-La Magdalena
Cuna donde nací:
un pueblo en la montaña leonesa.
Recuerdo mi niñez
en la trilla, con las vacas, en la era;
llegando anochecer
los cuentos sobre lobos de mi abuela.
Cuando era una bebé
mi parque un cuarterón, eso me cuentan,
y dicen la verdad,
guardado allí estaba con las madreñas
y para ir a lavar,
arriada está la taja de madera
en nuestra casa antigua,
la casa familiar, la casa vieja.
Arriba en el pajar
con sólo una ventana, esta, pequeña,
al costado derecho
de aquella fachada, férrea piedra,
los sueños de mi infancia
custodia con tesón su fortaleza,
y allí cual trampolín
con mirada al norte, donde más hiela,
subidos en la paja
que se encontraba de la última siega,
saltamos al vacío,
¡posadera en nieve que viene cuesta!.
¡Bureos y llantinas!...
validaban aquellas sanas fiestas;
risas, lozanas chanzas
y algún que otro empellón, en tiernas piernas.
Al lado del desván,
subiendo los peldaños de escalera,
sendas, esas, estancias
hallan cabezales. Las manos diestras
forjan el hierro, amor,
saber, arte y destreza: la riqueza.
Las camas, las mesillas
y armarios, son nuestro ajuar de nobleza,
hogar que acoge la
familia, la que Marciano encabeza.
Y al trascurrir los años
sede del benjamín y de su orquesta
Y fuera de esos muros,
tierra que disfrutábamos, por nuestra.
De aquella casa vieja, ahora era…
De este, mí amado pueblo:
Canales-La Magdalena.
Coral
Chic@s. en cuanto tenga otro momento publico "La espuma de los días" de nuestro paisano, al que saludamos desde aquí, José Luís Suaréz Roca, para no perder el hilo que comenzamos, como empecé diciendo tengo tres jueves pendientes de publicar.
¡DULCES SUEÑOS!
¡VIVA CANALES-LA MAGDALENA!
SILVA ARROMANZADA
Canales-La Magdalena
Cuna donde nací:
un pueblo en la montaña leonesa.
Recuerdo mi niñez
en la trilla, con las vacas, en la era;
llegando anochecer
los cuentos sobre lobos de mi abuela.
Cuando era una bebé
mi parque un cuarterón, eso me cuentan,
y dicen la verdad,
guardado allí estaba con las madreñas
y para ir a lavar,
arriada está la taja de madera
en nuestra casa antigua,
la casa familiar, la casa vieja.
Arriba en el pajar
con sólo una ventana, esta, pequeña,
al costado derecho
de aquella fachada, férrea piedra,
los sueños de mi infancia
custodia con tesón su fortaleza,
y allí cual trampolín
con mirada al norte, donde más hiela,
subidos en la paja
que se encontraba de la última siega,
saltamos al vacío,
¡posadera en nieve que viene cuesta!.
¡Bureos y llantinas!...
validaban aquellas sanas fiestas;
risas, lozanas chanzas
y algún que otro empellón, en tiernas piernas.
Al lado del desván,
subiendo los peldaños de escalera,
sendas, esas, estancias
hallan cabezales. Las manos diestras
forjan el hierro, amor,
saber, arte y destreza: la riqueza.
Las camas, las mesillas
y armarios, son nuestro ajuar de nobleza,
hogar que acoge la
familia, la que Marciano encabeza.
Y al trascurrir los años
sede del benjamín y de su orquesta
Y fuera de esos muros,
tierra que disfrutábamos, por nuestra.
De aquella casa vieja, ahora era…
De este, mí amado pueblo:
Canales-La Magdalena.
Coral
Chic@s. en cuanto tenga otro momento publico "La espuma de los días" de nuestro paisano, al que saludamos desde aquí, José Luís Suaréz Roca, para no perder el hilo que comenzamos, como empecé diciendo tengo tres jueves pendientes de publicar.
¡DULCES SUEÑOS!
¡VIVA CANALES-LA MAGDALENA!