<<A la rueda, rueda,
que viene Genaro,
que viene la vieja
dicen a los niños
para darles miedo
cuando dan guerra.
A la rueda, rueda,
que viene Genaro
detrás de la Pepa
vendiendo el Diario
por la carretera.
A la rueda, rueda,
que viene Genaro
sin botón alguno
en la pajarera.
A la rueda, rueda.>>
Estampa 5: Lóbrega cárcel donde purgó sus culpas el beato Pellejina.
que viene Genaro,
que viene la vieja
dicen a los niños
para darles miedo
cuando dan guerra.
A la rueda, rueda,
que viene Genaro
detrás de la Pepa
vendiendo el Diario
por la carretera.
A la rueda, rueda,
que viene Genaro
sin botón alguno
en la pajarera.
A la rueda, rueda.>>
Estampa 5: Lóbrega cárcel donde purgó sus culpas el beato Pellejina.
Continuamos con algunos de los datos, de nuestro personaje Genarín, que nos revela el libro que nos ocupa....
Por ejemplo, la edad. Si nos atenemos a la noticia insertada por el Diario de León con motivo de su muerte, sabemos que Genarín contaba en aquel momento alrededor de sesenta años. Pero conviene advertir, para aviso de historiadores y exégetas puntillosos que, si el reportero destacado en el lugar del accidente calculó la edad de Nuestro Santo Padre por su solo aspecto físico, pudo cometer error, no ya de años, sino de décadas, pues el orujo y las heladas de los crudos inviernos leoneses debían de haberle curtido de tal forma que el cálculo de su edad habría requerido el empleo de la prueba del carbono 14.
Por ejemplo, la edad. Si nos atenemos a la noticia insertada por el Diario de León con motivo de su muerte, sabemos que Genarín contaba en aquel momento alrededor de sesenta años. Pero conviene advertir, para aviso de historiadores y exégetas puntillosos que, si el reportero destacado en el lugar del accidente calculó la edad de Nuestro Santo Padre por su solo aspecto físico, pudo cometer error, no ya de años, sino de décadas, pues el orujo y las heladas de los crudos inviernos leoneses debían de haberle curtido de tal forma que el cálculo de su edad habría requerido el empleo de la prueba del carbono 14.
Por lo demás, parece evidente que Genarín era de origen hospiciano, habida cuenta de su doble apellido Blanco, que era el que se acostumbraba a dar en León a los expósitos por aparecer estos normalmente abandonados en el pórtico de la catedral que preside la talla de la Virgen blanca.
Esto, y su residencia demostrada en el arrabal extramuros de Puente Castro, parece confirmar el origen leonés de Genarin:
Esto, y su residencia demostrada en el arrabal extramuros de Puente Castro, parece confirmar el origen leonés de Genarin: