Hola Ángel, no hay de qué de verdad, solo hace falta un poco de tiempo y de paciencia y yo estoy de vacaciones.
Jajajjaajaa menuda aventura, y tan joven, no se tú pero yo me hubiera ido por las patas abajo jajjajajaaa los cementerios y yo no nos llevamos muy bien que digamos
En cuanto a los cangrejos yo también tengo una anécdota pero esta vez los bichejos eran esos rojos, creo que les llaman americanos
Por los alrededores de Navalmoral en la dehesa hay montón de riachuelos que en primavera decían que estaban llenos de esos cangrejos. En una ocasión y casi por curiosidad nos fuimos mi Santo y yo a ver que había, nos pusimos a observas y vimos que a una hora determinada de la tarde todos tiraban regato arriba hasta un sitio que alguien había hecho una presa y de allí no pasaban. Mi Santo muy previsor se había llevado unas pinzas de cocina y apañamos una buena bolsa
Los llevamos a casa y no sabiendo de momento que hacer con ellos los echamos con agua en la bañera. Al rato volví a pasarme por el cuarto de baño y cual no sería mi sorpresa cuando me acerqué a la bañera y ¡TODOS! se me enfrentaron con las pinzas por delante. ¡Menudo susto! pegué un salto pa atrás que ni te cuento y no me di una culada de puro milagro. Esos bichos son feos y con muy mala leche, tan rojos y con esas pinzas tan grandes no sabíamos como meterles mano jjajajajaja. Al final los sacamos con las pinzas de marras y los hervimos pero no están nada buenos, mucha cabeza y poca cola, nada que ver con los nuestros, los autóctonos
Jajajjaajaa menuda aventura, y tan joven, no se tú pero yo me hubiera ido por las patas abajo jajjajajaaa los cementerios y yo no nos llevamos muy bien que digamos
En cuanto a los cangrejos yo también tengo una anécdota pero esta vez los bichejos eran esos rojos, creo que les llaman americanos
Por los alrededores de Navalmoral en la dehesa hay montón de riachuelos que en primavera decían que estaban llenos de esos cangrejos. En una ocasión y casi por curiosidad nos fuimos mi Santo y yo a ver que había, nos pusimos a observas y vimos que a una hora determinada de la tarde todos tiraban regato arriba hasta un sitio que alguien había hecho una presa y de allí no pasaban. Mi Santo muy previsor se había llevado unas pinzas de cocina y apañamos una buena bolsa
Los llevamos a casa y no sabiendo de momento que hacer con ellos los echamos con agua en la bañera. Al rato volví a pasarme por el cuarto de baño y cual no sería mi sorpresa cuando me acerqué a la bañera y ¡TODOS! se me enfrentaron con las pinzas por delante. ¡Menudo susto! pegué un salto pa atrás que ni te cuento y no me di una culada de puro milagro. Esos bichos son feos y con muy mala leche, tan rojos y con esas pinzas tan grandes no sabíamos como meterles mano jjajajajaja. Al final los sacamos con las pinzas de marras y los hervimos pero no están nada buenos, mucha cabeza y poca cola, nada que ver con los nuestros, los autóctonos
Yoli, en efecto, el cangrejo rojo americano es más malo que la madre que lo parió, cuando intentas cogerlo hace igual que el cangrejo de la foto, no te deja y como te pille hace mucho más dolor que el cangrejo nuestro "ya fallecido". Tampoco tiene gran cosa que comer, además comen de todo. Los he probado alguna vez y no me gustan. La cola de nuestros cangrejos estaba riquísima. Nuestros cangrejos no atacaban, alguna vez te pillaban con su pinza, pero no era frecuente, y si los sabías coger con la mano, no te pinchaba ninguno.
Un saludo.
Un saludo.