Pero Máximo Cayón Diéguez, cronista de la ciudad como su padre, sostiene que fue Cayón Waldaliso, un hombre que, a diferencia de otros candidatos, «sí iba al Barrio Húmedo todos los días», quien bautizó a lo que en realidad ha venido siendo el barrio de San Martín, con su homónima plaza central, también apodada ‘de las Tiendas’, aunque el nombre de Húmedo se haya dilatado y alcanzado al Mercado y aledaños de la plaza Mayor; eso sí, sin rozar aún El Cid o Barrio Romántico. Cofrade, periodista y enorme investigador y popularizador de las cosas del viejo reino, Cayón Waldaliso nombró, a decir de su hijo, a aquel abigarrado mundo de tabernas «frecuentado por pandillas que cantaban y jugaban a los chinos», como aquella peña Los Tímidos, que se reunía en La Gitana y que acostumbraba a entonar, por Navidad, gloriosos villancicos propios, algunos elaborados por el propio Waldaliso. Cayón Diéguez recita uno: «La Virgen y San José van a hacer casa nueva/ y la quieren edificar/ en las Eras de Renueva./ Y el Niño Jesús les dice/ con su rostro angelical/ cuando terminéis la casa/ yo ya estaré en El Ferral».