El otoño también tiene su encanto, su duende, su "aquel". Cierto que ya el calor de julio y agosto ha perecido en el calendario, pero todavía nos queda el mes del membrillo. Vendrán las nueces, las avellanas, la vendimia y un poco más allá las castañas. Y vuelta a empezar, vuelta a hacer números para que La Navidad resulte un logro familiar. Bueno, es harina de otro costal, pero llegará, llegará.
Un saludo.
Un saludo.
ana maría y las otras. Mañana pondré otro chiste. Cierto, falta la busca de setas. Están muy ricas.
Un saludo.
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