Y claro no se mete solo, así que toda la tarde los liaos con la dichosa persiana, que no las conté pero debe de tener la jodía por lo menos 200 laminitas.... o por lo menos eso me pareció porque no se acababan nunca
una, dos, tres, cuatro.... doscientas! Que Dios les guarde la paciencia! Yo conozco a alguien que a la mitad hubiera abandonado y yo, más o menos!
¡Hola Nieves! Pues no te cuento la que escribe.... hay veces que me saca de quicio pero a estas alturas ya casi me acostumbré a su santa paciencia.
Un abrazo.
Un abrazo.