CAMINOS Y RECORRIDOS PARA IR A MI ESCUELA.
Desde los 6 años hasta los 10 estudié en los HH. Maristas de León. Escuela gratuita que tenían los HH. al final casi de León, allá en la calle Barahona. Tanto al entrar como al salir recorríamos distintas calles para llegar o para marchar para casa después de acabar la clase tanto al mediodía como por la tarde. Así, poco a poco íbamos conociendo las distas calles. La primera era la más directa y la primera que conocí. Desde el arco de la cárcel atravesábamos la C/ Ancha, cogíamos la C/ La Rúa y directamente llegábamos a la escuela. Al término de la mañana regresábamos por mismo sitio. Otro día, salíamos de la escuela y a pocos metros cogíamos un camino bordeando la muralla y nos presentábamos en el jardín de San Francisco, jugábamos a indios y vaqueros y después para casa, calle hacia arriba, pasando por Ordoño II, cogíamos Ramón y Cajal, subíamos por San Isidoro y ya estábamos cerca de casa. Otro día desde el arco de la cárcel salíamos a la catedral, íbamos por la plaza Mayor, seguíamos hasta que por un camino bordeando la muralla salíamos cerca de la escuela, de regreso por la tarde íbamos por la plaza del Grano, subíamos por la cuesta Castañón donde estaba el convento de las monjas y subiendo cogíamos la calle que nos llevaba al barrio Húmedo desde aquí por la calle donde estaban El Besugo y La Gitana, dos buenso restaurantes, salíamos a la plaza de abastos, cruzábamos la calle Ancha y por la calle del Cid llegábamos a San Isidoro, prácticamente en cas. Bueno, ya me canso de escribir. Mañana más.
Hoy no cuento el chiste.
Un saludo.
Desde los 6 años hasta los 10 estudié en los HH. Maristas de León. Escuela gratuita que tenían los HH. al final casi de León, allá en la calle Barahona. Tanto al entrar como al salir recorríamos distintas calles para llegar o para marchar para casa después de acabar la clase tanto al mediodía como por la tarde. Así, poco a poco íbamos conociendo las distas calles. La primera era la más directa y la primera que conocí. Desde el arco de la cárcel atravesábamos la C/ Ancha, cogíamos la C/ La Rúa y directamente llegábamos a la escuela. Al término de la mañana regresábamos por mismo sitio. Otro día, salíamos de la escuela y a pocos metros cogíamos un camino bordeando la muralla y nos presentábamos en el jardín de San Francisco, jugábamos a indios y vaqueros y después para casa, calle hacia arriba, pasando por Ordoño II, cogíamos Ramón y Cajal, subíamos por San Isidoro y ya estábamos cerca de casa. Otro día desde el arco de la cárcel salíamos a la catedral, íbamos por la plaza Mayor, seguíamos hasta que por un camino bordeando la muralla salíamos cerca de la escuela, de regreso por la tarde íbamos por la plaza del Grano, subíamos por la cuesta Castañón donde estaba el convento de las monjas y subiendo cogíamos la calle que nos llevaba al barrio Húmedo desde aquí por la calle donde estaban El Besugo y La Gitana, dos buenso restaurantes, salíamos a la plaza de abastos, cruzábamos la calle Ancha y por la calle del Cid llegábamos a San Isidoro, prácticamente en cas. Bueno, ya me canso de escribir. Mañana más.
Hoy no cuento el chiste.
Un saludo.