Un calle estrecha, empedrada y en pendiente descendente desde la Plaza de
San Martín a la calle de Santa Cruz, es la calle Mulhacín.
Es una calle de apenas unos metros de larga que concentra gran cantidad de establecimientos de hostelería, y es una calle de gran actividad como zona de alterne. Vinos y copas.
Su nombre curiosamente viene de una leyenda sobre un moro que acosaba a una cristiana de la que estaba enamorado. Según cuentan Elvira era un joven que una noche fue a poner una lámpara
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