“A SOR ROSA EN SUS BODAS DE PLATA”
Querida Sor Rosa: Los días pasaban tranquilos y felices para nosotras, las conversaciones eran transparentes como el cristal. Nuestro cotidianos paseos, tenian siempre una meta: La Iglesia y las dulces y espirituales pláticas que teníamos con nuestro buen párroco D. Joaquín.
¡Qué cosas tan banales e insignificantes…! Sin embargo… ¡qué felices nos sentíamos!. Al fin brotó la llamada de Dios en las dos. Ese misterio, ese secreto dulce que entre nosotras compartimos, en ti se hizo realidad.
Un atardecer apacible cuando el sol nos emitia sus último rayos que reflejaban en tu cara como un ángel, decias adios a mi amado padre. Aún no he podido olvidar aquellas lágrimas que brotaron de sus ojos al unísimo con un beso que estampó en tu frente, ¿recuerdas?. Mis padres te querían mucho y les costó separarse de ti.
El el umbral de la casa rectoral, estaba emocionado nuestro sacerdote y una bendición cayó sobre ti; la recibiste con lágrimas de alegria y pesar al mismo tiempo., por la separación de los tuyos.
¡Cuánto sufrí por nuestra separación, no puedo expresarlo aquí, prefiero que aquel desgarramiento humano siga oculto. Materialmente perdía mi mejor amiga, mi confidente, mi hermana…Dios ya empezó a enseñarrne los primeros
pasos del renunciamiento.
Me sentí sola, cobarde, pequeña, ante tanta grandeza de alma, tu férrea voluntad, tu generosa entrega a Cristo. Lloré hasta agotarme, ese vacío que dejaste jamás lo pude llenar …eras mi ejemplo y modelo, donde siempre encontré algo maravilloso que imitar.
Hoy celebras tus bodas de plata ¡enhorabuena!. en nombre de mi esposo y de mis hijos.. ¡Enhorabuena!.
Veinticinco años entregada por amor a Dios, al hermano que sufre, es el compendio de tu heroica vida.
Estoy segura que nuestro recuerdo estará grabado en ti y que elevarás una oración como tú sabes hacerlo llena de amor, y fe por esta familia que tanto te amo y te ama y una gracia especial por la ilusión más grande de mi vida: Qué vea a mis hijos felices y unidos a sus familias. ¡QUE DIOS TE BENDIGA…….!
Conchita
Querida Sor Rosa: Los días pasaban tranquilos y felices para nosotras, las conversaciones eran transparentes como el cristal. Nuestro cotidianos paseos, tenian siempre una meta: La Iglesia y las dulces y espirituales pláticas que teníamos con nuestro buen párroco D. Joaquín.
¡Qué cosas tan banales e insignificantes…! Sin embargo… ¡qué felices nos sentíamos!. Al fin brotó la llamada de Dios en las dos. Ese misterio, ese secreto dulce que entre nosotras compartimos, en ti se hizo realidad.
Un atardecer apacible cuando el sol nos emitia sus último rayos que reflejaban en tu cara como un ángel, decias adios a mi amado padre. Aún no he podido olvidar aquellas lágrimas que brotaron de sus ojos al unísimo con un beso que estampó en tu frente, ¿recuerdas?. Mis padres te querían mucho y les costó separarse de ti.
El el umbral de la casa rectoral, estaba emocionado nuestro sacerdote y una bendición cayó sobre ti; la recibiste con lágrimas de alegria y pesar al mismo tiempo., por la separación de los tuyos.
¡Cuánto sufrí por nuestra separación, no puedo expresarlo aquí, prefiero que aquel desgarramiento humano siga oculto. Materialmente perdía mi mejor amiga, mi confidente, mi hermana…Dios ya empezó a enseñarrne los primeros
pasos del renunciamiento.
Me sentí sola, cobarde, pequeña, ante tanta grandeza de alma, tu férrea voluntad, tu generosa entrega a Cristo. Lloré hasta agotarme, ese vacío que dejaste jamás lo pude llenar …eras mi ejemplo y modelo, donde siempre encontré algo maravilloso que imitar.
Hoy celebras tus bodas de plata ¡enhorabuena!. en nombre de mi esposo y de mis hijos.. ¡Enhorabuena!.
Veinticinco años entregada por amor a Dios, al hermano que sufre, es el compendio de tu heroica vida.
Estoy segura que nuestro recuerdo estará grabado en ti y que elevarás una oración como tú sabes hacerlo llena de amor, y fe por esta familia que tanto te amo y te ama y una gracia especial por la ilusión más grande de mi vida: Qué vea a mis hijos felices y unidos a sus familias. ¡QUE DIOS TE BENDIGA…….!
Conchita