DIARIO DE LEÓN
LA ESPUMA DE LOS DÍAS
Rap de la Incineración
12/05/2011 josé l. suárez roca
N o habrá una vida buena en el B ierzo de la Mierda, de la Mierda «Cósmica», no habrá sexo sano, ni música de pájaros, ni dioses verdaderos, no habrá existencia digna, no, con la Incineración. Así que quieren jodernos esta República de Almendros, pues eso sí que no, habrá una rebelión.
Azufres criminales, bifenilos homicidas, furanos asesinos, dioxinas cancerígenas. ¿Querrás que sea nuestra tierra el Valle de los Hijos Subnormales por la Incineración? Escorias y cenizas en las flores y en las uvas, mortíferos metales en la leche de las vacas, manzanas y lechugas con mercurio y manganeso, y en los arroyos y en los ríos algas tóxicas, limos tóxicos, ninfas tóxicas, qué espantoso purgatorio, qué horror de crematorio.
A lo mejor quieren jodernos esta República de Almendros, y de quién sería la culpa, de quién sería la culpa, de que este verde valle fuese una basura, grandísima locura.
No morir de asfixia, no necrología, no quemar el cielo, no escatología. Icemos la bandera de la cultura biodinámica, de los días con gran sol y lluvia nunca ácida. ¿Querrás que sea nuestra tierra el Valle de la Mierda? No quemar el cielo, es cosmología, no matar los ríos, son la ideología. No necrología, no escatología, no más materias cancerígenas.
Todavía ellos no maman, no ven la vida todavía, pero corren el peligro de llamarse en este mundo los Hijos Subnormales de la Incineración. Beberán hidrocarburos aromáticos, grandes dosis de benceno, hexaclorobenceno y más venenos, tomarán benzoapirenos y benzoantracenos y otros excrementos más obscenos.
No quemar los colores naturales, no matar el verde de la hierba ni los espejos de los ríos, no cadmio entre los trigos, ni berilio ni antimonio en las verduras, ni talio ni titanio en las alas de los pájaros. ¿Querrás que sea el Bierzo el Valle de la Mierda?
Gases venenosos y cenizas volantes nauseabundas, eso es su post-cultura de la industria, economía política del cáncer y la muerte, patología de la flora y de la fauna, necrología del manantial y de la espuma, elegía inmensa del aire azul y la reproducción.
No incineración de residuos metalúrgicos, no incineración de residuos farmacéuticos, no incineración de plásticos y neumáticos, no y mil veces no a la putísima Incineración.
No habrá una vida buena en el Bierzo de la Mierda, de la Mierda «Cósmica», no habrá sexo sano, ni música de pájaros, ni dioses verdaderos, no habrá existencia digna, no, con la Incineración. ¿Así que quieren jodernos esta República de Almendros? Pues eso sí que no, porque habrá una rebelión.
LA ESPUMA DE LOS DÍAS
Rap de la Incineración
12/05/2011 josé l. suárez roca
N o habrá una vida buena en el B ierzo de la Mierda, de la Mierda «Cósmica», no habrá sexo sano, ni música de pájaros, ni dioses verdaderos, no habrá existencia digna, no, con la Incineración. Así que quieren jodernos esta República de Almendros, pues eso sí que no, habrá una rebelión.
Azufres criminales, bifenilos homicidas, furanos asesinos, dioxinas cancerígenas. ¿Querrás que sea nuestra tierra el Valle de los Hijos Subnormales por la Incineración? Escorias y cenizas en las flores y en las uvas, mortíferos metales en la leche de las vacas, manzanas y lechugas con mercurio y manganeso, y en los arroyos y en los ríos algas tóxicas, limos tóxicos, ninfas tóxicas, qué espantoso purgatorio, qué horror de crematorio.
A lo mejor quieren jodernos esta República de Almendros, y de quién sería la culpa, de quién sería la culpa, de que este verde valle fuese una basura, grandísima locura.
No morir de asfixia, no necrología, no quemar el cielo, no escatología. Icemos la bandera de la cultura biodinámica, de los días con gran sol y lluvia nunca ácida. ¿Querrás que sea nuestra tierra el Valle de la Mierda? No quemar el cielo, es cosmología, no matar los ríos, son la ideología. No necrología, no escatología, no más materias cancerígenas.
Todavía ellos no maman, no ven la vida todavía, pero corren el peligro de llamarse en este mundo los Hijos Subnormales de la Incineración. Beberán hidrocarburos aromáticos, grandes dosis de benceno, hexaclorobenceno y más venenos, tomarán benzoapirenos y benzoantracenos y otros excrementos más obscenos.
No quemar los colores naturales, no matar el verde de la hierba ni los espejos de los ríos, no cadmio entre los trigos, ni berilio ni antimonio en las verduras, ni talio ni titanio en las alas de los pájaros. ¿Querrás que sea el Bierzo el Valle de la Mierda?
Gases venenosos y cenizas volantes nauseabundas, eso es su post-cultura de la industria, economía política del cáncer y la muerte, patología de la flora y de la fauna, necrología del manantial y de la espuma, elegía inmensa del aire azul y la reproducción.
No incineración de residuos metalúrgicos, no incineración de residuos farmacéuticos, no incineración de plásticos y neumáticos, no y mil veces no a la putísima Incineración.
No habrá una vida buena en el Bierzo de la Mierda, de la Mierda «Cósmica», no habrá sexo sano, ni música de pájaros, ni dioses verdaderos, no habrá existencia digna, no, con la Incineración. ¿Así que quieren jodernos esta República de Almendros? Pues eso sí que no, porque habrá una rebelión.