El fuego...

El fuego
Muchos son los rituales propios de la noche de San Juan, la víspera del 24 de Junio, pero todos giran en torno al ensalzamiento del fuego. El gran protagonista de la Noche de San Juan es el fuego, cuyo fin no sólo es rendir tributo al sol, sino también purificar los pecados del hombre.
Antiguamente se realizaban fogatas reducidas en las que se calentaban papas o batatas, que luego eran ofrecidas a los asistentes para así asegurarles alimento suficiente durante todo el año. También se arrojaban a las llamas ropas viejas, papeles, y cualquier objeto que representara un mal recuerdo, y así se exorcizaban los malos sucesos de los doce meses anteriores.
Ante esto, Rodríguez señala que en el siglo XVIII, el encendido de fogatas en Cochabamba cumplía hasta una función sanitaria donde la gente se deshacía de sus deshechos y los quemaba durante San Juan. En esa época, la ciudad de Cochabamba contaba con unos 30 mil habitantes, no existía el recojo de basura, la higienización pasaba por quemar los deshechos en esta fiesta. La contaminación y la preocupación medioambiental no existían. Hoy con el crecimiento de la ciudad y aumento de la población, eso sería terrible.
En algunos países tenían la costumbre de realizar caminatas sobre el fuego.